Quintana Roo (México).- A poco más de un mes desde su apertura, el Parque del Jaguar en Tulum, Quintana Roo, no solo ha atraído a numerosos visitantes sino que ahora celebra su herencia biocultural maya a través de un innovador libro digital.
Este proyecto, respaldado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Cultura federal, busca profundizar en la investigación arqueológica y la protección del patrimonio que han marcado el desarrollo del parque.
Titulado «Parque del Jaguar. Un legado para la conservación ambiental y cultural», el libro es una publicación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y se ofrece de manera gratuita para su consulta y descarga.
El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, contribuye con un capítulo llamado «La perla maya del mar Caribe», que evoca la primera impresión que los conquistadores españoles tuvieron de Zamá, hoy conocida como la Zona Arqueológica de Tulum.
El asentamiento, cuyo apogeo ocurrió entre los siglos XIII y XV, era conocido por la habilidad de sus habitantes para pescar y comerciar a lo largo de la costa caribeña. Hoy, Tulum es el tercer sitio arqueológico más visitado de México, detrás de Chichén Itzá y Teotihuacan, donde arqueólogos como Miguel Ángel Fernández y Antonio Benavides han liderado exploraciones por casi un siglo.
El impulso reciente en la investigación de este sitio se debe en gran parte al Tren Maya, que ha promovido el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza).
Durante este programa, que tuvo lugar entre marzo de 2023 y abril de 2024, el equipo del INAH descubrió importantes hallazgos, incluyendo una cueva entre los templos de las Columnas y del Halach Uinic, que contenía entierros de al menos ocho adultos.
Otros descubrimientos incluyen un chultún de 2.39 metros de profundidad dentro del Templo del Halach Uinic, que reveló su uso no solo como cisterna sino también como lugar de rituales, evidenciado por los restos de tres infantes y objetos como astas de venado y dientes de tiburón.
Además de los hallazgos arqueológicos, el libro también destaca los esfuerzos de conservación dirigidos por Patricia Meehan Hermanson y la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, quienes han trabajado en la restauración de pinturas murales y relieves estucados.
Prieto Hernández aplaude la colaboración entre el INAH, la Sedatu y otras dependencias para convertir al Parque del Jaguar en un centro de desarrollo y ordenamiento, promovido por el Tren Maya y el nuevo Aeropuerto Internacional de Tulum «Felipe Carrillo Puerto».
Según él, estas iniciativas han sido fundamentales para manejar el creciente flujo de turistas, especialmente durante eventos significativos como el equinoccio de primavera de 2024, que atrajo a más de 9,371 visitantes.
El Parque del Jaguar, más que un espacio ecológico-recreativo de 2,913 hectáreas, es también un punto de encuentro cultural, con accesos a la playa, ciclovías, senderos peatonales, y miradores. Recientemente se inauguró el Museo de la Costa Oriental, el más grande construido en torno al sistema del Tren Maya, donde se exhiben más de 300 piezas originales y 50 reproducciones que narran la historia del Caribe mexicano desde el Pleistoceno Tardío hasta la actualidad de los mayas.
Este lanzamiento digital no solo preserva sino que revitaliza el legado de los mayas, ofreciendo a los visitantes y estudiosos del mundo una perspectiva única sobre la rica historia y el patrimonio cultural de esta emblemática región de México.