La Habana (AFP) – El Parlamento cubano expresó su «enérgico rechazo» a una resolución de la Eurocámara que cuestiona a la isla en derechos humanos, expedida al margen de la aprobación del acuerdo que normaliza las relaciones entre La Habana y la Unión Europea.
En una declaración difundida este jueves, la comisión legislativa cubana de relaciones internacionales consideró «innecesaria, inoportuna y de marcado contenido colonialista» la resolución aprobada el miércoles en Estrasburgo.
Los eurodiputados denunciaron las «detenciones por motivos políticos» en la isla y urgieron a la Unión Europea (UE) a ayudar en «la transición económica y política en Cuba, alentando la evolución hacia estándares democráticos».
El legislativo cubano, que controla el Partido Comunista, el único legal en la isla, respondió con vehemencia: este pronunciamiento «tergiversa nuestra realidad, sugiere recetas que Cuba no necesita» y constituye «una injerencia en los asuntos internos».
La resolución de la Eurocámara fue votada por iniciativa de un grupo de conservadores y liberales, al margen del acuerdo de cooperación y diálogo político que abre una nueva etapa en las relaciones entre la isla y el bloque europeo.
Dicho convenio sustituye la controvertida Posición Común de 1996, que vinculaba la cooperación europea a «mejoras» en los derechos humanos.
El nuevo marco de cooperación – que entrará en vigor provisionalmente mientras es aprobado de forma definitiva por los Estados – incluye diálogos bilaterales en esa materia, y considera la posibilidad de suspender el acuerdo en caso de violaciones a compromisos relacionados con las garantías fundamentales.
En su enérgica respuesta, el Parlamento cubano asegura que no reconoce «derecho alguno al Parlamento Europeo para abordar asuntos que solo competen al pueblo cubano».
Al mismo tiempo cuestiona que la Eurocámara guarde silencio sobre el endurecimiento del gobierno de Donald Trump frente a La Habana, pese al restablecimiento de sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 2015.
Además, le pide que mejor se ocupe del «aumento de la xenofobia y de las prácticas segregacionistas contra las minorías en el territorio» de la UE, y reprocha la falta de «solidaridad y de sentido de responsabilidad histórica» con las olas de refugiados africanos y de Oriente Medio.
Inmersa en una cauta y lenta apertura al mercado, Cuba ha descartado abrir el régimen de partido único que rige desde hace más de medio siglo, y es acusada de reprimir cualquier voz disidente.