Asunción (AFP) – Paraguay puso fin este lunes a la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19, vigente desde marzo de 2020, y eliminó la obligatoriedad de uso de mascarillas, pese a que menos de la mitad de su población se encuentra completamente vacunada.
La decisión se sustenta «en la mejorada situación epidemiológica que experimenta el país desde hace once semanas, con la disminución en la cantidad de (casos) positivos, personas fallecidas e internadas en terapia intensiva por la enfermedad», anunció el portavoz del gobierno Guillermo Sequera en conferencia de prensa.
Aunque se dejó sin efecto una ley que establecía el uso obligatorio del tapabocas, el ministro de Salud, Julio Borba, señaló que el gobierno lo seguirá recomendando.
«Sigue siendo imprescindible en lugares cerrados y en hospitales. También se recomienda su utilización en transportes públicos y colegios», apuntó.
La ley contemplaba sanciones de multa, trabajo comunitario o cierre de locales comerciales en caso de no cumplir con el uso obligatorio de las mascarillas.
En Paraguay, el sistema de salud se vio desbordado por la pandemia de covid-19 y muchas familias tuvieron que vender sus pertenencias y organizaron rifas para costear los tratamientos.
Con una población de siete millones de personas, el país sudamericano registra 18.734 muertes y 648.000 contagios desde que se descubrió el primer caso de coronavirus en marzo de 2020.
Pero en estos momentos, se reportan los índices de contagio «más bajos» desde el inicio de la pandemia, según el gobierno. «Menos de 2% de los tests arrojan resultados positivos», detalló Sequera.
«Estamos entrando en una nueva fase de la epidemia, que es convivir con el virus, saliendo de la fase aguda», dijo el funcionario.
Hasta el pasado 1 de abril, se habían administrado 8.472.000 dosis de vacunas contra el covid-19, según el Ministerio de Salud. Solamente 46% de la población recibió el esquema completo de dos dosis.