Asunción (AFP) – Paraguay anunció este miércoles que trasladará nuevamente a Tel Aviv la sede de su embajada, que había sido llevada a Jerusalén el 21 de mayo pasado, lo que provocó la inmediata reacción de Israel, que decidió cerrar su representación diplomática en Asunción.
«Paraguay es un país de principios. El espíritu de la decisión anunciada es que los pueblos de Israel y Palestina logren alcanzar una paz amplia, justa y duradera. Siempre seremos respetuosos del derecho internacional», dijo en un mensaje en Twitter el presidente Mario Abdo Benítez, al explicar la medida tomada a menos de un mes de su investidura.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu reaccionó de inmediato, al considerar «gravísimo» ese anuncio, y ordenó el cierre de la embajada israelí en Asunción.
A su vez, los palestinos aseguraron que abrirán una embajada en Asunción. El ministro de Exteriores Riyad al-Maliki declaró que será «una señal de estima a la valiente posición del gobierno paraguayo», según la agencia oficial de noticias Wafa.
La cancillería israelí calificó de «decepcionante» la medida de Paraguay y sostuvo que «tensa las relaciones entre los dos países».
«Yo creo que no deberían molestarse nuestros hermanos y amigos de Israel. Hay más de 85 países que conservan su embajada en Tel Aviv, y nosotros somos amigos y aliados históricos de Israel», comentó poco después a la prensa el canciller paraguayo, Luis Castiglioni.
«No hay que olvidar que el voto de Paraguay fue el voto decisivo para la creación del Estado de Israel» en 1948, añadió.
Además de buenas relaciones diplomáticas, Paraguay ha mantenido un importante intercambio comercial con Israel, país al que vende buena parte de la carne que produce, uno de sus principales rubros de exportación.
– Traslado inconsulto –
El traslado a Jerusalén de la sede de la embajada paraguaya fue acordado en mayo por el expresidente Horacio Cartes, ya en los últimos días de su mandato.
El exmandatario asistió personalmente a la ceremonia de inauguración de la nueva sede en Jerusalén, junto con el primer ministro Netanyahu.
Al mudar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, Paraguay había seguido los pasos de Estados Unidos y Guatemala, que hicieron lo mismo poco antes, en medio de protestas en la Franja de Gaza, en donde durante esos días soldados israelíes mataron a más de 60 palestinos.
«El anterior gobierno se arriesgó al forzar el traslado de su embajada a Jerusalén para agradar al gobierno de Netanyahu y al del presidente de Estados Unidos Donald Trump», comentó a la AFP el experto en derecho internacional, Hugo Estigarribia.
Esa decisión, que indignó a los palestinos, fue cuestionada por Abdo Benítez, quien en aquel momento era ya presidente electo, y aseguró que no había sido consultado.
«La decisión de Cartes fue inconsulta con el gobierno que entró a gobernar el 15 de agosto, pero también fue muy acelerada la decisión de volver a Tel Aviv», subrayó Estigarribia.
Tanto Cartes como Abdo Benítez pertenecen al partido colorado, que ha ejercido el poder de manera casi ininterrumpida desde 1947, pero están duramente enfrentados.
«Paraguay siempre fue previsible en sus relaciones internacionales. Queremos que esto continúe. Creemos que esto que ha ocurrido vino a distorsionar esa tradición y esa cultura de respeto irrestricto al derecho internacional y al mismo tiempo a las disposiciones emanadas por las Naciones Unidas», defendió el canciller