Miami (AFP) – En la sala de su casa en Miami, la cubana estadounidense Carmen Peláez está perdiendo la paciencia con Bernie Sanders. Ella esperaba que el precandidato progresista abandonara la carrera por la nominación demócrata antes de que su estado, Florida, celebre primarias el martes.
Pero Sanders, aunque ha sufrido decepciones en otros estados que han dado sonoras victorias al exvicepresidente Joe Biden, insiste en no renunciar. Peláez, frustrada, entorna los ojos e increpa al televisor.
«¿Para qué se queda? ¿Para los cuatro votos que va a ganar en Florida? ¡Por favor!», exclama la artista de 48 años.
Cineasta, guionista y actriz, Peláez nació en Estados Unidos de padres cubanos. El grupo demográfico de sus progenitores, formado por personas que huyeron del gobierno comunista de los Castro, es tradicionalmente conservador y muy republicano.
Pero Peláez, a diferencia de su familia, es «demócrata a muerte» y votará en las primarias por el moderado Biden, a quien ella considera el candidato ideal para derrotar a Donald Trump en noviembre.
En cambio Sanders, quien se define como «socialista democrático», le produce desconfianza.
Es el sentimiento general de la comunidad hispana de Florida, buena parte de la cual son exiliados cubanos o vienen de otros países con gobiernos socialistas, como Venezuela o Nicaragua. Para ellos, el partido demócrata, aún su ala moderada, está más a la izquierda de donde se sienten cómodos.
Sanders no ayudó a convencerlos de lo contrario cuando mostró reticencia en calificar como «dictador» al gobernante venezolano, Nicolás Maduro (aunque luego lo comparó con un «tirano despiadado»), ni cuando elogió el mes pasado el programa de alfabetización del castrismo en una entrevista televisiva. «¿Es malo eso?», se preguntó entonces.
Carmen Peláez responde que sí. «Sanders siempre ha dicho cosas buenas de dictadores latinoamericanos. Eso me dice que él no ve nuestra humanidad en el mismo nivel que ve la humanidad americana. ¿Por qué nosotros sí nos merecemos unos dictadores?».
«Cada vez que Bernie abre la boca y reafirma su estatus como socialista, le entrega más votantes hispanos a Biden en Florida», dijo el asesor político Fernand Amandi a la revista Politico.
Según las últimas encuestas, Biden tiene una ventaja sobre Sanders de entre 30 y 40 puntos porcentuales en el estado.
– El debate de la elegibilidad –
Son cifras difíciles de remontar para un candidato que necesita desesperadamente los 248 delegados de Florida.
Tras perder otro gran estado, Michigan, frente a Biden la semana pasada, el senador por Vermont está 150 delegados por detrás de su rival en una carrera donde hay que alcanzar 1.991 delegados para ganar la nominación.
En su discurso del miércoles, Sanders dejó abierta la puerta a una salida, al reconocer que había perdido «el debate sobre la elegibilidad» ante Trump. Se refería a la principal motivación de los votantes demócratas: hallar un candidato capaz de derrotar al presidente.
Y el consenso parece ser que Biden tiene más posibilidades.
La probable derrota de Sanders en Florida debería poner el punto final a su campaña, porque aunque su discurso pro-inmigrante le genera simpatías en otros estados, los hispanos de Florida son inmunes a él.
«El votante hispano de la Florida conoce muy bien el extremismo socialista de Latinoamérica y ve claramente en Bernie Sanders un candidato que favorece esos regímenes de extrema izquierda y eso es incompatible con los valores de los hispanos de este estado», dice a la AFP el analista político conservador Giancarlo Sopo.
Pero no todos están de acuerdo.
Para Andy Vila, un estudiante universitario de 21 años que emigró de Cuba a los seis, apoya a Sanders, quien ha conquistado a la juventud con sus revolucionarios programas de salud y educación públicas.
El terror al socialismo que esgrimen sus compatriotas exiliados le parecen patrañas: «Están buscando usar el miedo y la intimidación para decirnos que no podemos votar por este candidato», dice.
Pero Sanders está perdiendo y Vila, quien participa en una magra concentración a favor de «Bernie» en la Universidad Internacional de Florida (FIU), está consciente y supone que su candidato terminará apoyando a Biden.
«Yo creo que Sanders al final va a unirse a la batalla contra Trump porque él entiende cuál de los dos (Biden y Trump) representa el peligro más grande», dice.
Gane quien gane, ninguno de ellos tiene la posibilidad de vencer a Trump entre el electorado cubano de Florida, un estado pendular crucial para ganar las presidenciales en noviembre.
Según una encuesta de Telemundo, entre el 70% y el 74% de los cubanos de la diáspora favorecen al presidente Trump antes que cualquier demócrata.