Ciudad de Panamá (AFP) – El papa Francisco rechazó este viernes que los migrantes sean vistos como responsables de «mal social», en medio de los brotes de xenofobia que enfrentan centroamericanos y venezolanos en sus éxodos.
«Queremos ser la Iglesia (…) que no estigmatice y menos generalice en la más absurda e irresponsable condena de identificar a todo emigrante como portador de mal social», señaló el pontífice en el marco de su visita a Panamá.
Durante un viacrucis organizado con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Francisco afirmó que quiere una comunidad católica comprometida con quienes están forzados a huir de sus países.
«Queremos ser la Iglesia que propicie una cultura que sepa acoger, proteger, promover e integrar» a los migrantes, dijo el jefe del Vaticano.
En su segundo encuentro de masas con los jóvenes católicos en el paseo marítimo de Panamá, el pontífice también cuestionó la «cultura del bullying, del acoso y de la intimidación».
Los venezolanos protagonizan el mayor movimiento migratorio registrado en América Latina y han sido víctimas de brotes de xenofobia en Brasil, Colombia y Ecuador.
Desde 2015 han huido 2,3 millones de venezolanos (7,6% de la población de 30 millones) a causa del colapso económico y la crisis política en su país, según estadísticas de la ONU.
También Centroamérica enfrenta un importante éxodo. Caravanas con miles hondureños, salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses intentan cruzar hacia Estados Unidos, pese a la política antimigrante del presidente Donald Trump, que incluye una propuesta de construcción de un muro en la frontera con México.
En sus travesías han enfrentado «expresiones de xenofobia y discriminación», según ha denunciado la ONU.