Ciudad del Vaticano (AFP) – El papa Francisco recibió este lunes en el Vaticano al nuevo presidente de Colombia, Iván Duque, al que invitó a «unir a los colombianos» y a superar las divisiones tras los problemas que enfrenta el acuerdo de paz firmado hace dos años con la guerrilla.
El pedido del papa Francisco fue hecho durante una audiencia a solas de media hora en la biblioteca privada del palacio apostólico.
«Deseo que sus dos manos sean como estas dos ramas, que unan Colombia y solucionen esta veta tan dura que fueron los cincuenta años…» de conflicto armado, le dijo el papa durante el tradicional intercambio de regalos frente a la prensa y a la delegación de 17 personas que acompaña a Duque.
Se trata de la primera audiencia que el pontífice concede al presidente de Colombia, quien asumió el 7 agosto con un discurso crítico frente al acuerdo de paz con la exguerrilla FARC, un pacto que el pontífice argentino apoyó sin titubeos.
Durante la reunión hablaron de la necesidad de consolidar la paz en Colombia tras el desarme y la transformación en partido de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2017.
– Trabajar por lo que une –
«Me entusiasmó a seguir trabajando por la unidad del pueblo colombiano», contó Duque en una rueda de prensa celebrada en un hotel a pocos metros del Vaticano.
«A seguir trabajando en las cosas que nos unen y no dejar que se ahonden las cosas que nos dividen», insistió.
«Recibí una voz de respaldo de su santidad en el ejercicio que seguimos adelantando para que se pueda hacer una reincorporación efectiva de las personas que han dejado la violencia y que quieren iniciar un proceso de reconciliación del pueblo colombiano sobre los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición», explicó.
El papa le obsequió al mandatario colombiano un medallón con un árbol de olivo con dos ramas «que unen lo que estaba separado», le explicó Francisco.
«Significa mucho para mí», le comentó el presidente andino.
«Por eso lo escogí», replicó Francisco.
El papa jugó un papel clave en las negociaciones para la paz y en 2017 realizó una visita a Colombia para impulsar el fin del enfrentamiento armado.
El acuerdo, que alivió un conflicto de más de medio siglo que ha dejado unas ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados, enfrenta varios problemas en su proceso de implementación.
El presidente colombiano prometió modificar el pacto firmado por su antecesor Juan Manuel Santos por considerarlo indulgente con los rebeldes, aunque aún no ha explicado el alcance de las reformas que propone.
Duque reiteró ante la prensa que su gobierno esta dispuesto a negociar con otra guerrilla, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), pero no precisó si la Santa Sede podría intervenir como mediadora en esos diálogos.
El Vaticano «apoya los esfuerzos de paz en todos los sentidos», se limitó a declarar.
En un comunicado, el Vaticano informó que durante las conversaciones se «destacó la contribución de la Santa Sede y la iglesia local en el proceso de paz y en favor de la reconciliación».
– Venezuela y Derechos Humanos –
La nota del Vaticano subraya también que hubo un «fructífero intercambio sobre la situación de la región, con especial atención a las migraciones», al referirse en forma indirecta a la crisis humanitaria que vive Venezuela.
«Se exaltó la política de brazos abiertos para que sigamos esa política fraterna de recibir a los hermanos venezolanos en nuestro país», señaló Duque.
El joven presidente colombiano, que tildó de «dictadura» al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, reiteró que su país no va a cerrar sus fronteras y que está dispuesto a recibir a todos los que huyen de «esa tragedia», dijo.
«Sentí un respaldo para atender la situación humanitaria» en Venezuela, afirmó Duque, quien busca una respuesta multilateral al problema y cuenta además con el apoyo «valiente», recalcó, de Francia y Canadá para presentar una renuncia ante la Corte Penal Internacional.
Duque, que permanecerá tres días en Europa, se reunirá también este lunes con el presidente de Italia, sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinale.
Un grupo de campesinos colombianos procedentes de Apartadó (Antioquia) viajaron a Roma para denunciar la desaparición sistemática de cerca de 300 líderes sociales tras los acuerdos de paz y la pérdida de sus tierras.
«Construir la paz implica el rechazo a cualquier tipo de violación de derechos humanos», aseguró el mandatario, quien reiteró que «trabajaremos para un castigo ejemplar para los autores materiales e intelectuales» de esos crímenes.