Papa insta a los políticos latinoamericanos a ser mártires por el bien común
El papa Francisco montado en un triciclo turístico en Daca, durante el segundo día de su visita a Bangladés, el 1 de diciembre de 2017 © AFP Vincenzo PINTO

Ciudad del Vaticano (AFP) – El papa Francisco instó a los políticos latinoamericanos a entender la política como una «alta forma de caridad» y a ser «mártires» de causas para «el bien común» de las naciones.

El pedido del papa argentino fue hecho con un video-mensaje enviado con ocasión de la reunión en Bogotá (Colombia) del 1 al 3 de diciembre de políticos latinoamericanos promovida por el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y la Pontificia Comisión para América Latina.

«La política es ante todo servicio», dijo Francisco, «no es sierva de ambiciones individuales», «tampoco patrona, que pretende regir todas las dimensiones de la vida de las personas, incluso recayendo en formas de autocracia y totalitarismo», recalcó.

«Se podría afirmar que el servicio de Jesús —que vino a servir y no a ser servido— y el servicio que el Señor exige de sus apóstoles y discípulos es analógicamente el tipo de servicio que se pide a los políticos. Es un servicio de sacrificio y entrega, al punto tal que a veces se puede considerar a los políticos como ‘mártires’ de causas para el bien común de sus naciones», explicó.

El pontífice latinoamericano reconoció que se necesita «una buena y noble política» en toda América Latina y los invitó a atender  grandes desafíos como la pobreza.

«¿Acaso no hay que enfrentar problemas y desafíos de gran magnitud? Ante todo, la custodia del don de la vida en todas sus etapas y manifestaciones», recordó.

«América Latina tiene también necesidad de un crecimiento industrial, tecnológico, auto-sostenido y sustentable, junto con políticas que enfrenten el drama de la pobreza y que apunten a la equidad y a la inclusión, porque no es verdadero desarrollo el que deja a multitudes desamparadas y sigue alimentando una escandalosa desigualdad social», subrayó.

Al encuentro participan cerca de setenta políticos y veinte obispos y cardenales de los distintos países latinoamericanos.