Ciudad de Panamá (AFP) – El cierre de las escuelas en América Latina y el Caribe por la pandemia de covid-19 amenaza la formación de millones de niños, especialmente los más pobres, por lo cual es prioritario reabrir los colegios, señala un informe difundido este lunes por Unicef.
El estudio indica que la pandemia «ha privado al 97 por ciento de los estudiantes de la región de continuar con su educación habitual» debido al cierre de las escuela para evitar la propagación del virus.
Esta pérdida de clases «tiene graves implicaciones» para el futuro de los niños y cada día que pasa con las escuelas cerradas «se va dando forma a una catástrofe generacional, que tendrá profundas consecuencias para la sociedad en su conjunto», advierte el informe.
La semana pasada, un informe de la Unesco destacó en ese sentido que América Latina, la región más desigual del mundo, podría enfrentar un «desastre generacional» debido al impacto del coronavirus en la educación.
«El covid-19 ha puesto en pausa, ha congelado los progresos en la educación de la mayoría de los niños y las niñas en América Latina y el Caribe», dijo a la AFP Laurent Duvillier, jefe regional de comunicación de Unicef.
Según esta agencia de Naciones Unidas, solo Uruguay, Costa Rica, Surinam y Haití tienen las escuelas completamente abiertas, mientras que en Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Cuba la apertura es parcial.
El cierre prolongado de las escuelas, que en algunos países supera los siete meses, impide el regreso a las aulas de 137 millones de niños de la región, aunque más de un tercio acceden a educación a distancia.
«Círculo vicioso» –
El documento, que lleva por título «Educación en Pausa», destaca que la pandemia ha exacerbado las desigualdades en América Latina y el Caribe, donde millones de infantes, especialmente de familias pobres, podrían no estar recibiendo ningún tipo de educación, lo que condicionaría su futuro profesional y personal.
«El cierre de las escuelas no afecta a todos por igual. Aquellos que viven en entornos más pobres tienen mayores dificultades para aprender desde casa, donde no necesariamente hay una conexión a internet, una computadora o un escritorio», alegó Duvillier.
«A causa de la pandemia, estos niños corren cada día mas riesgo de quedarse fuera del colegio y atrapados en un círculo vicioso de pobreza en el futuro», añadió.
El informe detalla que mientras las tres cuartas partes de los estudiantes de los colegios privados pueden acceder a la educación a distancia, solo la mitad de los que asisten a las escuelas públicas pueden hacerlo.
Además, un 21% de los niños, niñas y adolescentes de los hogares más pobres no reciben educación alguna, en comparación con 14% de los que pertenecen a los hogares más ricos.
Los menores con discapacidades cognitivas y físicas, los refugiados y migrantes, así como las niñas enfrentan «un riesgo mayor de exclusión» en su proceso de aprendizaje, según Unicef.
Es «urgente» reabrir escuelas –
En Latinoamérica se han producido 12 millones de contagios y 412.000 defunciones por el nuevo coronavirus. Brasil, México, Perú y Argentina presentan el mayor número de muertos por covid-19.
El estudio advierte que un 16% de las escuelas de la región carece de servicios de agua, un 12% no tiene instalaciones para lavarse las manos y poco más de una cuarta parte tiene infraestructura para el lavado de manos pero sin jabón.
Sin embargo, Unicef considera que los colegios deben reabrirse con los protocolos de bioseguridad necesarios para que los niños sigan su ciclo educativo.
«La reapertura de las escuelas debe ser una prioridad para los gobiernos tan pronto como sea seguro», señaló el documento.
Sin embargo, Bernt Aasen, director regional interino de Unicef, para América Latina y el Caribe, aclaró que antes de la reapertura «es urgente preparar las escuelas» para que cumplan con todas las medidas biosanitarias.
Los expertos temen también que la crisis fulmine los avances de los últimos años en acceso a la educación y obligue a los niños más pobres a buscar trabajo.
«En América Latina y el Caribe, el COVID-19 ha empujado a millones de familias a la pobreza. Sin ayuda, muchos padres no tendrán más remedio que sacrificar la educación de sus hijos. Es posible que millones de los estudiantes más vulnerables no regresen a la escuela», alertó Aasen.