Managua (AFP) – El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, fueron inscritos este lunes como los candidatos del oficialismo para buscar un cuarto mandato sucesivo en las elecciones del 7 de noviembre, mientras sus principales rivales están en prisión.
La pareja fue registrada como los candidatos de la alianza «Nicaragua triunfa», del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda), después que un congreso partidario los ratificara como su fórmula presidencial.
«Con Daniel y Rosario seguimos transformando» Nicaragua, dijo el representante legal del FSLN, Edwin Castro, tras presentar la documentación en el Consejo Supremo Electoral (CSE).
Ortega, un exguerrillero de 75 años que gobierna desde 2007 tras dos reelecciones sucesivas, aspira a asentarse en el poder por cinco años más junto con Murillo, de 70 años, quien lo acompaña en la vicepresidencia desde 2017.
El CSE cerró este lunes el plazo para registrar a los candidatos de partidos y alianzas electorales en un clima de tensión entre el gobierno de Ortega y la oposición, y nuevas sanciones internacionales adoptadas contra Managua.
La Unión Europea (UE) sancionó este lunes con restricciones migratorias y financieras a Murillo, a su hijo Juan Carlos y a otros seis funcionarios del gobierno por su responsabilidad en las «graves violaciones de los derechos humanos» en Nicaragua.
La medida se suma a otras tomadas por Estados Unidos y Canadá contra funcionarios del gobierno de Ortega, en protesta por la represión que mantiene contra sus opositores desde el estallido de las manifestaciones antigubernamentales de 2018.
Quienes «salgan a buscar al yanqui, al europeo para que venga a sancionar (…) deja de ser nicaragüense», advirtió tras su postulación Ortega a los opositores que hacen campaña contra su gobierno en el exterior.
La subsecretaria de Seguridad Civil, Democracia y Derechos Humanos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Uzra Zeya, consideró sin embargo en un tuit como «inaceptable» que antes de los comicios, el gobierno nicaragüense esté «reforzando su control sobre cualquier disidencia pacífica».
Sin mayor oposición –
Ortega planea competir en los comicios de noviembre sin una fuerte oposición, luego de que la policía arrestara entre junio y julio a siete aspirantes a la presidencia.
Una es Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), quien figuraba como favorita para vencer al FSLN.
Los opositores son acusados en su mayoría de «traición» a la patria, al amparo de una polémica ley aprobada en diciembre pasado por petición del gobierno que castiga con cárcel (de 10 a 15 años) a quienes promuevan la injerencia extranjera y apoyen las sanciones internacionales.
La mayoría de los aspirantes detenidos habían acordado someterse a la selección de un candidato único de oposición bajo las banderas de la Alianza Ciudadanos por la Libertad (CxL, derecha), pero los cargos en su contra los inhibieron de participar.
Ortega ha acusado a los opositores presos de «terroristas» y «mercenarios» al servicio de Estados Unidos.
Con sus contrincantes en la cárcel, los sandinistas enfrentarán a una derecha divida principalmente en dos bloques: la alianza CxL, debilitada por el arresto de casi todos sus precandidatos, y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), segunda fuerza parlamentaria y que ha sido señalada de colaborar con el gobierno.
Ortega ha sido el único candidato que ha tenido el FSLN desde las elecciones que se celebraron en 1984 para legitimar a la revolución que puso fin en 1979 a la dictadura de la familia Somoza.
Fue derrocado en los comicios de 1990, de 1996 y 2001 por partidos de derecha.
Tras retornar al poder en 2007, logró mantener en los primeros años un clima favorable para el crecimiento económico de entre un 4 y 5% anual, según datos oficiales.
Pero la represión a las protestas de 2018 y la pandemia frenaron la expansión económica y generaron una crisis política que mantiene en prisión a más de 130 disidentes, según la oposición.
«Siempre están los que intentan frenar este desarrollo», reclamó el mandatario a sus opositores, a quienes calificó, citando a don Quiote de la Mancha, como «perros que aúllen» porque saben «que estamos caminando».
Polémica fórmula opositora –
Con sus precandidatos presos, CxL optó por elegir como su fórmula presidencial a una controvertida pareja integrada por el exguerrillero de la denominada «Contra» Oscar Sobalvarro, de 68 años, y la exreina de belleza Berenice Quezada, de 27 años.
«Esperamos que cese el asedio y la represión» contra los opositores, demandó Sobalvarro, uno de los jefes de la desaparecida contrarrevolución que Estados Unidos financió contra la Revolución en los años 80 y primer vicepresidente de la CxL.
Quezada, una modelo sin trayectoria política que ganó el certamen Miss Nicaragua en 2017, abogó por la liberación de los «presos políticos».
En la jornada también se inscribió la fórmula del PLC, integrada por el empresario Milton Arcia y la abogada María Moncada, así como los candidatos de otros cuatro partidos minoritarios.
Nicaragua, de 6,5 millones de habitantes, elegirá en noviembre al presidente, al vicepresidente, 92 diputados nacionales y 20 para el Parlamento Centroamericano.