Managua (AFP) – El exjefe del ejército nicaragüense Humberto Ortega afirmó este viernes que su hermano, el presidente Daniel Ortega, «debe acabar» con las fuerzas paramilitares que han causado una ola de violencia en el marco de las protestas antigubernamentales que dejan ya más de 300 muertos.
«Si el gobierno tiene un profundo sentido de responsabilidad, en primer lugar debe acabar con la presencia de estos armados» ilegales que actúan «como que fueran una autoridad militar o de policía», dijo Humberto Ortega en una entrevista en el programa Con Camilo, de la cadena estadounidense CNN.
«El pueblo no quiere ver más a estas fuerzas parapoliciales en funciones de acompañamiento con la policía o sola (..) no podemos aceptar que haya fuerzas parapoliciales o paramilitares», señaló.
Afirmó que estas fuerzas irregulares son responsables de muchas muertes y que no se puede permitir que «se consoliden».
Andan «operando de manera abierta campantemente al lado de la policía nacional», criticó.
Responsabilizó al gobierno de la crisis que vive el país a causa de la «represión indiscriminada» contra las protestas que estallaron el pasado 18 de abril, pero evitó mencionar el nombre de su hermano como el culpable de esta situación.
«Para mí el principal responsable de la situación que estamos viviendo es el Estado de Nicaragua, que tiene un gobierno que debió haber tomado todas las medidas para no llegar da estos niveles de sangría», dijo el ex jefe de ejército.
Apoyó la reanudación de un diálogo entre el gobierno y la oposición mediado por la iglesia católica, pese a que el mandatario acusó la semana a los obispos y a los opositores de «golpistas» y «terroristas».
Reiteró además su respaldo a la propuesta de los obispos de adelantar las elecciones de 2021 para 2019 como solución a la crisis, pero rechazó la injerencia de Estados Unidos y la comunidad internacional en el conflicto.
«El problema de los nicaragüenses lo resolvemos nosotros los nicaragüenses y el presidente tiene que reactivar el diálogo, esa es la salida», valoró.
Aseguró que la relación con su hermano «es muy respetuosa y fraterna», pero que últimamente no tienen una comunicación directa.