México (AFP) – Organizaciones no gubernamentales denunciaron este viernes que México viola de manera sistemática los derechos humanos de personas migrantes, un día después de que el canciller Marcelo Ebrard advirtiera que autoridades no tolerarán la presencia de indocumentados que intenten ingresar al país violentamente.
«México continúa violando de manera sistemática los derechos humanos de las personas en movilidad mediante la implementación de una política de detención generalizada como medio para desincentivar la migración», acusaron las organizaciones, incluida la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés) en un comunicado.
Las asociaciones firmantes, entre ellas el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), señalaron que la detención debe efectuarse «como medida de último recurso».
Ebrard defendió el jueves la política migratoria mexicana y avaló las acciones de la Guardia Nacional, que hace una semana detuvo a unos 800 migrantes de la «caravana 2020», que habían ingresado de manera ilegal al país desde Guatemala con la intención de llegar a Estados Unidos.
«Si tú vienes a México a provocar, crear conflicto, te regreso a tu país, porque no tenemos por qué soportar, tolerar eso», dijo el jefe de la diplomacia durante una comparecencia en el senado mexicano.
Las asociaciones señalaron que «es una obligación internacional de los Estados» garantizar un monitoreo periódico e independiente de los centros de detención de migrantes, así como respetar la prohibición de la detención de niños, adolescentes y personas en necesidad de protección internacional.
Acusaron a las autoridades mexicanas de obstaculizar la labor de las asociaciones civiles dejando en total desprotección a los migrantes y exponiéndolos a «graves riesgos» para su integridad y su vida.
También esta semana, el gobierno mexicano suspendió temporalmente el ingreso de organizaciones civiles y religiosas a estaciones migratorias en el sur del país, aunque informó luego que reabriría el acceso desde el 1 de febrero.
Tras las multitudinarias caravanas de finales de 2018 y principios de 2019, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó a México con sanciones comerciales si no tomaba medidas para detener la oleada migratoria.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desplegó entonces unos 26.000 militares en sus fronteras norte y sur.