San Juan (AFP) – Más de 70.000 habitantes recibieron órdenes de evacuar una zona del noroeste de Puerto Rico por daños en una represa que puede colapsar, en el último capítulo de la saga de calamidades provocadas por el huracán María, que este sábado se desplazaba hacia mar abierto.
El Servicio Nacional de Meteorología (NWS) emitió el viernes una advertencia por inundaciones para quienes residen en la zona del Río Guajataca y afirmó que la represa corría el riesgo de colapsar por completo.
«Todas las áreas alrededor del río Guajataca deben desalojar AHORA. Sus vidas corren PELIGRO», escribió el NWS, que agregó que la crecida ya se estaba produciendo.
El gobernador Ricardo Rosselló ordenó desalojar a los más de 70.000 habitantes que viven en el área.
El jefe de protección civil Héctor Pesquera dijo que un desagüe que normalmente libera agua de la represa de forma controlada no estaba funcionando, informó el diario El Vocero.
Las imágenes de WeatherNation TV mostraban cómo el agua bajaba a borbotones por la rampa de un conducto de la represa, arrancando pedazos de tierra de la verde pendiente que circunda la represa.
A primera hora de este sábado, el NWS extendió la alerta a los municipios de Quebradillas e Isabela, donde viven otras 8.000 personas.
– Zona de desastre –
Puerto Rico todavía batallaba con las peligrosas inundaciones provocadas por las lluvias del huracán María, que atravesó la isla el miércoles, dejándola además sin energía eléctrica, sin agua potable e incomunicada.
Trece personas murieron y unas 700 han sido rescatadas desde entonces, informó el gobernador a la cadena CNN en la mañana del viernes: «Parte de la isla carece de comunicaciones, así que lo que tenemos son algunas evaluaciones preliminares que dan cuenta de 13 muertos en esta coyuntura».
Más tarde, el Departamento de Salud Pública informó de que son seis los muertos confirmados y que el saldo de 13 era una cifra extraoficial.
El huracán María ha dejado en total 33 muertos a su paso por el Caribe: a los de Puerto Rico se suman dos víctimas en Guadalupe, 15 en Dominica y tres en Haití.
Pero es en Puerto Rico, un territorio autónomo estadounidense con 3,4 millones de habitantes, donde la situación es más grave.
El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró «Zona de Gran Desastre» este territorio, lo cual libera fondos ilimitados de ayuda federal para una isla que desde mayo está en bancarrota.
«En ocasiones no nos han dado un trato equivalente a un ciudadano continental de Estados Unidos, así que este es el momento para que el gobierno federal demuestre que trata de igual forma a sus territorios», dijo a la AFP en San Juan Ramón Dávila, un abogado de 49 años.
– La peor noche –
En la noche del jueves, el alcalde de Toa Baja, Bernardo Márquez, dijo a la prensa local que ocho personas murieron ahogadas a causa de la inundación que se produjo cuando se abrieron las compuertas de la represa del lago La Plata.
«Son muertes por efecto de la inundación. Ahogados», dijo Márquez al diario El Nuevo Día.
Por el momento, no estaba claro si estos fallecidos están incluidos en los 13 que informó el gobernador, puesto que los portavoces del gobierno tienen también dificultades para comunicarse.
Un vídeo difundido en las redes sociales por una residente de esta municipalidad -próxima a la capital, San Juan- muestra el agua llegando al segundo piso de su casa.
Al día siguiente, las aguas habían bajado, pero las casas estaban llenas de lodo y los vecinos se habían puesto a limpiar.
«Todos vivimos la peor noche de nuestra vida, pero los boricuas tenemos una gran fuerza interior», dijo a la AFP Iris Rivera, de 53 años, en San Juan. «Todo el mundo está ayudando a limpiar, a dirigir el tránsito, a apoyar al vecino», describió.
En tanto, Ocean Park, una zona turística de San Juan, estaba bajo agua.
Residentes en los segundos niveles de sus casas contemplaban la inundación mientras otros, en botes y kayaks, verificaban que sus vecinos estuvieran bien.
El gobierno declaró el toque de queda nocturno y extendió hasta este sábado la Ley Seca.
El responsable de la Autoridad de Energía Eléctrica, Ricardo Ramos, advirtió de que puede tomar meses devolver la energía a la isla.
– Paso por el Caribe –
En su boletín de las 09H00 GMT, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, con sede en Miami, señaló que María se dirigía al Atlántico, hacia el oeste, alejándose de las Bahamas, donde se suspendieron las advertencias de huracán: una alivio para este archipiélago que fue duramente azotado por Irma días atrás.
Mientras tanto, en República Dominicana, el ciclón dejó sin energía a unas 140.000 personas y causó inundaciones.
Se ordenaron evacuaciones en 26 de las 32 provincias del país, más de 18.000 personas debieron dejar sus casas, un puente colapsó y casi 4.000 viviendas registraron daños.
Tras su paso por las Antillas Menores, María dejó además una catástrofe en Dominica, una pequeña isla del Caribe donde se contabilizaron 15 fallecidos y una veintena de desaparecidos.