Managua (AFP) – Un grupo de opositores nicaragüenses presos por participar en protestas contra el gobierno de Daniel Ortega se amotinaron para demandar su «inmediata» liberación, al amparo de los acuerdos entre el gobierno y la oposición, informó este lunes un organismo de derechos humanos.
«Los reos políticos exigen su libertad inmediata sin tantos trámites burocráticos, dado que muchos de ellos fueron detenidos por paramilitares de manera ilegal violando los procedimientos de ley», afirmó en rueda de prensa Pablo Cuevas, asesor legal de la no gubernamental Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
Según la CPDH, los presos iniciaron el motín el pasado viernes en la cárcel La Modelo, 22 km al norte de la capital, de acuerdo con información suministrada por otros reos que vieron a varios opositores encarcelados protestando sobre el techo del penal.
«Los reos comunes pudieron observar que los opositores estaban arriba del techo izando banderas, cantando el himno nacional y consignas alusivas a la lucha con una manta (lona) en la que exigían su libertad», indicó Cuevas a la AFP.
«Están desesperados porque muchos de ellos están enfermos y no han recibido atención médica o fueron víctimas de tortura», añadió.
Cuevas dijo que es la tercera protesta que los presos de las manifestaciones opositoras realizan este año.
La primera ocurrió a finales de enero y fue reprimida por la policía con perros y gases lacrimógenos.
La CPDH aseguró no tener información de cuántos internos se amotinaron, pero indicó que por el momento no hay reportes de que hayan sido sometidos a la fuerza.
La recién formada Unión de Presos Políticos Nicaragüenses (UPPN) confirmó la denuncia e informó en un comunicado que los guardias de la cárcel están acosando a los reos amotinados para obligarlos a retornar a sus celdas, pero que los involucrados mantenían la protesta este lunes.
El gobierno socialista se comprometió el pasado jueves con la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) a liberar en un máximo de 90 días a todos los manifestantes que fueron detenidos por participar en las protestas que estallaron en abril pasado.
El acuerdo permitió destrabar el diálogo iniciado el pasado 27 de febrero para buscar una solución a la crisis que vive Nicaragua, a raíz de las protestas opositoras, cuya represión dejó al menos 325 muertos, más de 50.000 exiliados y la economía en recesión.