Managua (AFP) – La oposición de Nicaragua suspendió este lunes su participación en el diálogo con el gobierno en respuesta a «la violencia y represión» del fin de semana, cuando fueron detenidos y posteriormente liberados más de 100 manifestantes, entre ellos dos delegados en la mesa de conversaciones.
Mientras, redoblaron las condenas internacionales, en particular de Estados Unidos y la Unión Europea, contra el gobierno del presidente Daniel Ortega.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) dijo en un comunicado que «condena enérgicamente la violencia y represión ejercida» el sábado, cuando opositores se preparaban para marchar en demanda de la liberación de detenidos por participar en las protestas del año pasado contra el gobierno de Daniel Ortega.
La liberación de los manifestantes detenidos constituye el principal escollo de la negociación con la que las partes buscaban poner fin a la crisis que se desató en abril pasado con protestas antigubernamentales que -según organismos defensores de los derechos humanos- dejaron 325 muertos, unos 700 detenidos y miles de exiliados.
El gobierno reconoce 199 fallecidos que afirma estaban vinculados al oficialismo y fuerzas policiales.
La oposición plantea que la liberación de los «presos políticos» debe ser un acto unilateral del gobierno, pero el oficialismo insiste en que debe ser discutido junto a otros temas.
Las autoridades han excarcelado a 150 personas y puesto en arresto domiciliar.
– «Desesperación» –
«Los sucesos del sábado se suman a la desesperación que experimentan cientos de hogares que continúan viendo a sus familiares injustamente detenidos, al dolor que sentimos todos por los muertos y los desaparecidos», expuso la oposición.
La ACJD reclamó que el gobierno «tiene a más de 700 presos políticos (…) está en sus manos su liberación, el respeto absoluto a sus derechos, así como el cese de la represión».
El gobierno negó esa cifra y dará datos de la penitenciaría.
El gobierno consideró «inconcebible, contradictoria e insólita» la participación de miembros de la oposición en «una provocación y alteración del orden público», en alusión a la protesta convocada para el fin de semana.
Agentes de la policía arremetieron el sábado contra opositores que se preparaban para manifestarse y detuvieron a más de 100 personas, entre ellas dos miembros de la alianza opositora. Todos fueron liberados horas después.
– Llueven críticas al Gobierno –
La delegación del gobierno, en tanto, reclamó a la oposición «compromiso sincero de conversar y consensuar acuerdos positivos para Nicaragua», aunque evitó referirse a los presos.
La defensora de derechos humanos Vilma Núñez consideró que los presos no deben ser negociables y acusó de «cínico» al ejecutivo porque «ha cerrado la posibilidad de un auténtico diálogo».
Núñez, una férrea crítica de Ortega, consideró que la arremetida policial fue «una provocación» a la ACJD para que se retire del diálogo y dar pie al mandatario para afirmar: ‘yo me quedo hasta el 2021’, como lo ha planteado».
Es que la oposición también reclama adelantar las elecciones previstas para 2021.
Estados Unidos condenó «la continua violencia y represión» en Nicaragua y reiteró su apoyo a la alianza opositora.
El gobierno debe poner en libertad «de inmediato y sin condiciones» a todas las personas detenidas, respetar la libertad de reunión, de expresión y celebrar elecciones anticipadas libres y justas, dijo el portavoz de la diplomacia estadounidense, Robert Palladino.
La Unión Europea reclamó por su lado que la represión a manifestantes y a la prensa «va en contra de un proceso creíble para los esfuerzos de reconciliación y diálogo del país», según un comunicado atribuido a la portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Maja Kocijancic.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), centro de estudios y promoción de los derechos humanos, también pidió al gobierno el cese de la represión y la liberación inmediata de los presos políticos, como muestra de «un compromiso serio» con las negociaciones.
– «Hay mucha mentira» –
La delegación opositora manifestó que el proceso de negociación es «un compromiso ineludible» en la búsqueda de una solución pacífica de la grave crisis en el país.
«Lamentablemente, hasta el día de hoy el diálogo nacional no ha producido los resultados que legítimamente espera la gran mayoría de nuestros conciudadanos. Su frustración es la nuestra. La entendemos y la compartimos plenamente», subrayó la comunicación.
El representante del Vaticano, el nuncio Sommertag, testigo de las conversaciones, ha sido objeto de críticas en redes sociales por supuesta parcialidad con el gobierno, pero el religioso negó esos señalamientos.
«Yo estoy poniendo toda mi alma para una causa que no es mía, que es de ustedes, si no se ponen a buscar una salida no va a haber. Aquí no hay confianza, hay mucha mentira», reaccionó el nuncio en declaraciones a la prensa.