Ciudad de México (México).- En una iniciativa histórica sin precedentes, las antiguas cárceles de la Perpetua en México, reconocidas por albergar al Tribunal del Santo Oficio, se transformarán en un museo dedicado a iluminar su oscuro pasado.
Este ambicioso proyecto, liderado por un equipo interdisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recibió el Premio Francisco de la Maza del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por su destacada ejecución entre 2017 y 2020.
Las cárceles de la Perpetua, ubicadas junto a la calle República de Venezuela en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, representan un sitio de gran importancia histórica y arquitectónica.
Fue en estas estructuras donde se decidió el destino de muchos durante la época virreinal bajo la jurisdicción del Santo Oficio.
El proyecto fue encabezado por el profesor emérito de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Xavier Cortés Rocha, y Coral Ordóñez Nischli, maestra en Restauración del Patrimonio Arquitectónico.
Ambos destacaron la necesidad de un enfoque interdisciplinario en la restauración de este patrimonio, incluyendo especialistas en arqueología, ingeniería estructural, restauración de bienes muebles y más, para lograr un diagnóstico integral del estado del edificio.
Durante la restauración de las 19 celdas del complejo, se descubrieron elementos arquitectónicos y decorativos originales, como restos de pintura decorativa y dinteles de piedra numerados, que subrayan la riqueza histórica del sitio.
Estos hallazgos fueron supervisados y regulados por el INAH para asegurar su correcta conservación y presentación.
La historia de las cárceles de la Perpetua es larga y turbulenta. Originalmente un conjunto de cuatro casas utilizadas por el Tribunal del Santo Oficio desde 1571, estas estructuras fueron severamente dañadas por una gran inundación en 1629 y no fueron rehabilitadas hasta casi dos décadas después.
Las reparaciones y modificaciones continuaron hasta principios del siglo XIX, adaptando el complejo a las necesidades y estilos arquitectónicos de cada época.
El enfoque de la restauración, según Coral Ordóñez, se centró en la consolidación, reintegración e integración de los elementos arquitectónicos, siguiendo recomendaciones de seguridad estructural y lineamientos teóricos tanto nacionales como internacionales.
Este meticuloso trabajo incluyó la recuperación de materiales originales como la cantera gris y la piedra rosa, y la restauración de elementos como rodapiés, guardapolvos y molduras, todo documentado en el libro «La restauración de las cárceles de la Perpetua» publicado por la UNAM en 2023.
Esta transformación no solo preserva un elemento crucial del patrimonio mexicano, sino que también ofrece una ventana al pasado, permitiendo a futuras generaciones comprender mejor la compleja historia del Tribunal del Santo Oficio y su impacto en la sociedad virreinal mexicana.
La apertura del museo promete ser un hito en la interpretación y conservación del patrimonio cultural en México, proporcionando un espacio de reflexión y educación sobre los claroscuros de nuestro pasado.