La Habana (AFP) – Estados Unidos nombró al experimentado diplomático Philip Goldberg como nuevo encargado de negocios «interino» en Cuba, quien queda al frente de su embajada en momentos en que la administración Trump endurece su política hacia la isla.
Goldberg, de 61 años, quien habla un fluido español, «se desempeña como Encargado de Negocios interino en la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, desde el 11 de febrero de 2018», indicó la legación diplomática sin precisar la extensión de su misión.
Coincidentemente con su arribo a la isla, Cuba anunció a Carlos Fernández de Cossío como el nuevo interlocutor de su Cancillería con Estados Unidos, quien ya estuvo en ese cargo en la década de 1990.
Goldberg sucedió a Jeffrey DeLaurentis, quien dejó el cargo en julio pasado tras ser uno de los protagonistas del histórico acercamiento entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro a finales de 2014.
Desde que Cuba y Estados Unidos restablecieron sus relaciones diplomáticas en 2015 tras medio siglo de ruptura y desconfianza, la embajada de Washington ha estado dirigida por un encargo de negocios, que en términos diplomáticos es quien asume las funciones ante la ausencia de un embajador.
Las relaciones bilaterales atraviesan su más delicado momento desde 2015.
A raíz de la crisis por los misteriosos «ataques acústicos» contra diplomáticos estadounidenses en Cuba, el Departamento de Estado redujo a la mitad el personal de su embajada en La Habana y suspendió la emisión de visados.
Las autoridades estadounidenses también expulsaron a 17 diplomáticos de la representación cubana en Washington.
La Habana negó cualquier participación en esos incidentes y lamentó la falta de cooperación de Washington en las investigaciones.
Diplomático de carrera, Goldberg se desempeñó como embajador en Filipinas (2013-2016), en donde fue blanco de insultos por parte del presidente Rodrigo Duterte. También lideró la legación diplomática en Bolivia (2006-2008), país del que fue expulsado por el gobernante socialista Evo Morales en medio de acusaciones de injerencia en los asuntos internos y complot con la oposición conservadora.
Goldberg también se desempeñó como subsecretario adjunto de la Oficina de Inteligencia e Investigación y como jefe de misión en Kosovo entre 2004 y 2006.
En La Habana, Goldberg tendrá bajo su mando un equipo reducido al mínimo, acorde con la decisión de Washington de recortar sustancialmente su personal diplomático y suspender las actividades consulares tras las tensiones entre ambos países.