Washington (DC).- El gobierno de Estados Unidos anunció una serie de nuevas medidas destinadas a fortalecer la seguridad fronteriza y agilizar los procesos legales para los migrantes.
A través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), se ha publicado un Aviso de reglamentación propuesta (NPRM) que podría cambiar significativamente cómo se manejan los casos de asilo desde su inicio.
El nuevo marco propuesto busca aplicar las prohibiciones legales de asilo mucho antes durante el proceso de evaluación. Este cambio es crucial, ya que permite identificar y expulsar rápidamente a aquellos individuos que no cumplen con los criterios legales para permanecer en Estados Unidos y que representan un riesgo para la seguridad nacional o pública.
Hasta ahora, las prohibiciones solo se consideraban en etapas avanzadas, prolongando innecesariamente la estancia de personas inadmisibles en el país.
«Esta regla propuesta es un paso más en nuestros esfuerzos continuos para garantizar la seguridad del público estadounidense, identificando y eliminando más rápidamente a aquellas personas que presentan un riesgo de seguridad y no tienen base legal para permanecer aquí», afirmó el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Bajo la nueva normativa, cualquier persona que se considere una amenaza para la seguridad pública será detenida y su caso será referido a una audiencia completa ante un juez de inmigración.
Además, en coordinación con otras agencias de investigación y aplicación de la ley, el DHS está actualizando sus políticas sobre el uso de información clasificada en procedimientos de inmigración. Esto garantiza que los datos confidenciales sean manejados adecuadamente, protegiendo tanto la seguridad nacional como los derechos de los individuos.
Es interesante destacar que, además de fortalecer las medidas de seguridad, la Administración también ha tomado pasos significativos para expandir las vías legales de migración.
Desde mayo de 2023 hasta mayo de 2024, más de 720.000 personas han sido expulsadas o devueltas, un número que supera las cifras de cualquier año fiscal completo desde 2011. Estas cifras incluyen a individuos de 170 países diferentes, reflejando el alcance global de la política migratoria estadounidense.
La regla de Elusión de vías legales (CLP) sigue siendo un componente clave de esta estrategia. Incentiva el uso de procesos ordenados y penaliza a quienes intentan sortear estos procesos establecidos.
Una guía revisada ahora ayuda a los funcionarios de asilo a determinar si un solicitante podría razonablemente reubicarse en otra parte de su país de origen, un factor crucial en la evaluación de los reclamos de persecución.
Estas medidas son un testimonio del enfoque balanceado que busca la Administración Biden-Harris: fortalecer la seguridad sin cerrar las puertas a quienes buscan asilo por razones legítimas. Sin embargo, el éxito a largo plazo de estos esfuerzos depende en gran medida de la acción del Congreso para proveer los recursos necesarios y llevar a cabo las reformas requeridas.
“Seguiremos tomando medidas, pero fundamentalmente sólo el Congreso puede arreglar lo que todos coinciden en que es un sistema de inmigración fallido”, dijo Mayorkas.