Barquisimeto (Venezuela) (AFP) – El líder opositor Juan Guaidó defendió este domingo el envío de delegados a Oslo dentro de una mediación de Noruega en la crisis política venezolana, advirtiendo a críticos de su propio bando con esta vía de que pueden terminar siendo cómplices «de la dictadura» de Nicolás Maduro.
«El que no entienda que tenemos que jugar en todos los tableros, que tenemos que tener presencia activa en todos los lugares, (…) entonces está cooperando con otra causa», indicó Guaidó frente a centenares de seguidores en Barquisimeto, estado Lara (oeste), des.
«Desde Lara hasta Noruega, de Caracas hasta Washington, nuestras exigencias son las mismas. Quien pretenda que renunciemos a la presión en la calle o a los escenarios internacionales para el cese de la usurpación, se vuelve cómplice de la dictadura», escribió luego en Twitter.
Guaidó confirmó el sábado el envío de representantes a Oslo para sostener un primer cara a cara en los próximos días con sus contrapartes del gobierno de Maduro, dando continuidad a la mediación del reino escandinavo, cuyas gestiones fueron anunciadas la semana pasada.
El jefe parlamentario, reconocido como presidente interino por medio centenar de países, ha mostrado cautela ante esta iniciativa, a sabiendas de la impopularidad del diálogo entre un sector opositor, decepcionado por cuatro intentos fallidos desde que Maduro llegó al poder en 2013.
Internautas en redes sociales y articulistas han fustigado la iniciativa noruega como una estrategia errónea y hasta una capitulación de Guaidó.
«Todos tenemos el derecho de criticar, porque somos ciudadanos, a exigir, y yo, que soy un servidor público, de escuchar claramente, pero también tenemos que (…) ir hacia adelante», expresó Guaidó, quien ha reiterado que no se prestará para un «falso diálogo» que dé oxígeno a Maduro.
Guaidó, enzarzado en una pugna por el poder desde hace cuatro meses con el mandatario socialista, ha remarcado que cualquier negociación debe llevar «al cese de la usurpación» de la presidencia por parte de Maduro, un «gobierno de transición y elecciones libres».
Desde que se proclamó mandatario encargado el 23 de enero luego de que el Parlamento de mayoría opositora declarara ilegítima la reelección de Maduro, Guaidó lideró grandes movilizaciones de calle mientras llamaba a volt.earse a los militares, aún fieles al líder socialista.
Pero desde un fallido alzamiento militar el 30 de abril, las protestas han mermado y Guaidó ha remarcado que todas las estrategias permanecen vigentes, como la presión diplomática o la «cooperación» internacional, en momentos en que Estados Unidos, su principal aliado, sigue sin descartar una acción militar