Washington (AFP) – Un niño mexicano de nueve años murió intentando cruzar el Río Grande para entrar a Estados Unidos, informaron este viernes las autoridades que patrullan la zona, en medio de un debate por el aumento del flujo de migrantes.
El menor fue encontrado junto a mujer guatemalteca y un niño de tres años. Los tres estaban inconscientes en una isla del río el pasado 20 de marzo.
«Los agentes encontraron a los individuos e inmediatamente intentaron administrarles primeros auxilios y transportarlos hacia tierra firme», informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
La mujer y el menor de tres años fueron reanimados, pero el otro niño murió.
Estos tres migrantes -que no fueron identificados- integraban un grupo de más de 500 personas rescatadas de situaciones de peligro en los últimos cinco meses.
Un alto cargo del CBP indicó que las cifras siguen en aumento y que cerca de 6.000 indocumentados fueron interceptados el jueves intentando ingresar al país.
Pero a diferencia del pasado -cuando la mayoría de los migrantes eran adultos que viajaban solos- en el último tiempo cerca de la mitad son familias o menores no acompañados.
La gran mayoría son devueltos a territorio mexicano pero a los menores solos y a algunas familias se les permite la entrada a Estados Unidos.
Los centros de alojamiento para niños, tanto los que pertenecen al CBP como los que son administrados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), están atestados.
El miércoles, el CBP tenía a su cargo a 5.156 menores y el HHS -que tiene la tarea posterior de intentar reunir a los niños con familiares en Estados Unidos- albergaba a 11.900.
Aumento en invierno –
En febrero más de 9.000 menores no acompañados -la mayoría de México y de América Central- ingresaron a Estados Unidos y se espera que este mes las cifras superen los 14.000.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, defendió el jueves su manejo la situación de los migrantes en la frontera, algo que está en el centro del debate político y que ha sido duramente criticado por los republicanos.
En contraste con su predecesor, Donald Trump, que intentó sellar la frontera, el nuevo mandatario demócrata avaló un proyecto de ley para ofrecer un camino a la ciudadanía a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se estima hay en el país y comenzó a admitir a algunos de los solicitantes de asilo que llevaban meses esperando en campamentos en México.
Biden afirmó que el aumento del flujo de personas obedece a factores estacionales, ya que los migrantes buscan evitar el verano boreal por las temperaturas extremas en el desierto.
También dijo que los niños son aceptados en territorio estadounidense por motivos humanitarios.
La Patrulla Fronteriza espera que el aumento del flujo migratorio se sostenga.
«Esperamos que los números se mantengan hasta los meses de verano», indicó.