Managua (AFP) – Miles de nicaragüenses marcharon este domingo de forma pacífica en la capital y otras ciudades mientras acusan al gobierno de incumplir una tregua, tras un ataque a una universidad, mientras siguen las denuncias ante la CIDH.
Los manifestantes acusan a la administración del presidente Daniel Ortega de romper la tregua de 48 horas pactada en el diálogo entre el gobierno y sectores opositores.
Los opositores acusan a la policía del ataque a tiros del sábado por la noche en una universidad al noreste de Managua en el que resultaron heridos cuatro jóvenes.
Los manifestantes, con banderas de Nicaragua y haciendo sonar cazuelas y silbatos, se reunieron en la rotonda Rubén Darío, en el oeste de la capital, cerca del hotel donde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibe denuncias por los sucesos durante las protestas.
«Para exigir libertad no hay tregua» o «que se vayan», en referencia al presidente Daniel Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, coreaba la multitud.
Pese a los incidentes se mantenía para el lunes la convocatoria de la tercera sesión del diálogo entre gobierno y opositores con mediación de la iglesia católica, para dar salida a la crisis política y social que vive el país desde que comenzaron las protestas.
Entre las manifestantes destacaba el mensaje en una pancarta al jefe de la bancada sandinista en el parlamento, Edwin Castro, de parte de una de sus sobrinas que se identificó como María Pichardo.
«Tío Edwin Castro, aquí está tu sobrina vándala. ¿Me vas a mandar a matar? No soy de derecha, soy del pueblo», decía el mensaje en alusión al calificativo de «grupos vandálicos de la derecha» dado por el gobierno a los manifestantes.
Estudiantes de la Universidad Nacional Agraria (UNA), en el noreste de Managua, denunciaron que la policía los atacó cuando se manifestaban fuera del campus el sábado por la noche.
La policía afirmó en un comunicado que ha cumplido con lo acordado en el diálogo. El pacto establecía una tregua de dos días en la que los agentes debían permanecer en sus cuarteles.
El rector de la UNA y asesor del presidente Daniel Ortega, Telémaco Talavera, expresó su «enérgico rechazo» y «condena a la acción policial».
-CIDH desborda por denuncias-
Los puestos abiertos por la misión de la CIDH en Managua, Masaya y Matagalpa fueron colmados sábado y domingo por familiares de fallecidos, desaparecidos, heridos y lesionados que esperaban varias horas para poner su denuncia.
«Estoy destrozada, me quitaron a mi hijo. Vengo para ver si se aclara (su muerte) porque los hombres (que lo mataron) están identificados, pero la policía no los ha agarrado (detenido) porque no ha querido», dijo a la AFP Martha Mendoza, una empleada de la fiscalía, mientras estallaba en llanto.
También esperaba Guillermina Bracamonte, campesina de una comunidad de Matagalpa, 127 km al norte de Managua. Según ella, la policía mató a su hijo Néstor Flores de 19 años, quien había viajado a la capital para trabajar.
Las protestas iniciadas por estudiantes el 18 de abril contra una ley de seguro social, que luego se extendió a otros sectores por la represión a los jóvenes, ha dejado ya 63 fallecidos, más de 500 heridos y una cifra no precisada de desaparecidos, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).