León (Nicaragua) (AFP) – Con llantos y gritos de dolor, cientos de nicaragüenses demandaron este jueves justicia por la muerte a tiros en un operativo policial de un joven opositor que participó en las protestas contra el gobierno del socialista Daniel Ortega.
«¡Viva Nicaragua, Justiciaaaa!» exigieron indignados familiares y ciudadanos durante el entierro del joven Bryan Murillo López en el cementerio Guadalupe, de la ciudad de León, 90 km al noroeste de Managua.
Murillo falleció de varios disparos efectuados por la policía, que, según testigos, entró la madrugada del miércoles con violencia a la vivienda en la que habitaba junto con su familia en el barrio Guadalupe de León.
«¡Todos bocabajo, al piso!», gritaron los oficiales, contó la madre de la víctima, Marina López.
En el operativo también resultaron heridos de bala Kenner, un hermano de la víctima, y su tío Javier Cortéz.
Los policías «empujaron la puerta y entraron disparando.. no les importó a quien le disparaban», afirmó durante el sepelio la hermana de la víctima Karen López, quien acotó que no hubo orden de allanamiento y que cuando se les preguntó el motivo del operativo guardaron silencio.
De su lado, la policía argumentó el miércoles en un comunicado que el fallecido era un delincuente acusado de robo y que estaba prófugo de la justicia.
Alegó que los oficiales dispararon en legítima defensa, porque se abalanzaron sobre ellos con machete, hiriendo a un agente, cuando entraron a la vivienda.
«Ellos en ningún momento podían estar armados porque estábamos dormidos», refutó Karen, la hermana del occiso.
«Ingresar a una casa a las cinco de la mañana sin orden de allanamiento y disparando tiene solo un nombre: asesinato», denunció el abogado Julio Montenegro, dirigente del recién formado grupo «Defensores del Pueblo».
Según versiones de la familia, la víctima estuvo en barricadas que se levantaron en León durante la protestas que estallaron el 18 de abril del 2018 contra el gobierno de Ortega.
La represión estatal a las protestas dejó más de 300 muertos, cientos de encarcelados y 62.000 exiliados, según grupos humanitarios.
El operativo policial contra la familia leonesa ha indignado a la opinión pública y ha sido condenado por organizaciones nacionales e internacionales, entre ellos el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
«Condenamos» estas muertes y «exigimos que los culpables sean encontrados y condenados», demandó Almagro en su cuenta de la red Twitter.