Managua (AFP) – Varios países de Centroamérica estaban atentos este miércoles al desplazamiento y evolución de una tormenta tropical con pronóstico de llegar a las costas de Nicaragua el viernes y potencial para ocasionar lluvias e inundaciones.
El fenómeno atmosférico, que se desplazaba el miércoles por el Caribe como una tormenta tropical con vientos de 65 km/h, «se espera que esté cerca o sobre Nicaragua para el viernes por la noche», según el último aviso del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de los Estados Unidos.
Si bien el pronóstico es que la tormenta no evolucione a Huracán en territorio centroamericano, como estaba previsto inicialmente, las autoridades han tomado medidas para proteger a población vulnerable, en territorios cercanos a la costa.
«Ya no es huracán, pero nunca se sabe porque estos eventos, estos episodios, estos fenómenos son muy cambiantes. Por ahora debemos dar gracias a Dios porque no es huracán», dijo la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, en declaraciones a medios oficiales este miércoles.
Murillo dijo que se mantienen las medidas preventivas porque debido a la estación lluviosa, «los suelos están suficientemente mojados» y la tormenta podría complicar las cosas en zonas vulnerables a inundaciones o deslaves.
La Defensa Civil, dependiente del Ejército, trasladó vía aérea y terrestre hacia la región del Caribe a tropas especializadas en búsqueda, salvamento y rescate que son parte de la Unidad Humanitaria «ante la amenaza de un posible ciclón tropical», según una nota de prensa.
La fuerza naval suspendió el permiso de «zarpes a las embarcaciones que tengan como destino mar abierto, bancos de pesca, comunidades costeras, islas o cayos adyacentes, hasta nuevo aviso».
Costa Rica anunció en la noche del miércoles una alerta naranja, que supone la activación de planes de emergencia para ayudar a la población, ante la llegada el viernes de un ciclón tropical que ingresaría por el caribe de Nicaragua y Costa Rica, según el último aviso del CNH.
En Honduras, el director de Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), Francisco Argeñal, informó que la tormenta, «dejará fuertes lluvias en todo el territorio hondureño durante 24 a 36 horas», principalmente en los departamentos de Colón, Gracias a Dios y el norte de Olancho, en el Caribe.
En El Salvador y Guatemala no se ha declarado alerta pero sus autoridades mantienen en observación el fenómeno.
En Guatemala, la temporada de lluvias que inició en mayo ha dejado 23 muertos y más de 1,6 millones de personas afectadas.
En noviembre de 2020 los huracanes Eta y Iota golpearon a Centroamérica en un lapso de 15 días entre uno y otro. Ambos fenómenos dejaron al menos 244 muertos por deslaves e inundaciones y 2,5 millones de afectados.
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