Santiago (AFP) – En su primera visita a América del Sur, el avión-observatorio SOFIA de la NASA efectuó ocho vuelos científicos en Chile para realizar observaciones de las Nubes de Magallanes, sólo visibles desde hemisferio sur.
Equipado con un potente telescopio, computadoras e instrumentos científicos y una tripulación de 20 personas, entre astrónomos e ingenieros, el enorme avión, un Boeing 747SP, aterrizó la semana pasada en el aeropuerto de Santiago con la misión de observar el Universo.
El observatorio aéreo realizó ocho vuelos durante varias horas por la noche para observar la Gran Nube de Magallanes y la Pequeña Nube de Magallanes, suerte de minigalaxias que forman parte de la Vía Láctea.
«Son dos galaxias que son los vecinos galácticos más cercanos de nuestra Vía Láctea. Ambos están unidos gravitacionalmente a la Vía Láctea y eventualmente se fusionarán con nuestra galaxia en varios miles de millones de años», indicó un comunicado de NASA.
«Hay muchos objetos como las Nubes de Magallanes que solo están visibles desde el hemisferio sur y por eso es muy importante que se hagan esos vuelos desde Chile», explicó Ezequiel Treister, astrónomo de la Universidad Católica y quien recibió al equipo de SOFIA (Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja, por sus siglas en inglés).
Treister indicó que «el avión vuela por las noches a 12.000 0 13.000 metros de altura, pero con un agujero en el fuselaje», por donde el telescopio, mediante luz infrarroja, observa la emisión del polvo o la emisión de gas.
Una vez recibida la luz entra a la cámara de instrumentos donde se registran las imágenes para luego ser procesadas y analizadas en los computadores, donde se estudian durante años.
«El telescopio se está moviendo constantemente, tiene que compensar la turbulencia (…) La posición del avión es la que permite al telescopio mirar al cielo, todo eso lo hace único, lo hace un desafío tanto científico como de ingeniería», agregó.
El avión fue acondicionado en 2009 y un año después el telescopio SOFIA realizó su primera observación.
«Los descubrimientos más famosos que ha hecho SOFIA son la primera molécula que se formó después del Big Bang, y tan recientemente como el año pasado, descubrimos agua en la superficie de la Luna», indicó Ed Harmon, jefe de operaciones de la misión SOFIA.
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