Río de Janeiro (AFP) – El «Queermuseu» (el museo ‘queer’) renacerá el sábado en Rio de Janeiro, casi un año después de ser clausurado en Porto Alegre (sur) tras una campaña de grupos conservadores que lo acusaron de fomentar la «pedofilia», la «zoofilia» y de atacar al cristianismo.
El cierre prematuro de la muestra alertó al mundo artístico y abrió discusiones sobre el regreso de la censura artística, más de tres décadas después del fin de la dictadura militar (1964-1985).
Y su instalación en la Escuela de Artes Visuales (EAV) del Parque Lage, un bucólico palacete rodeado de selva a los pies del Cristo Redentor, fue posible gracias a una potente campaña de crowfunding, que reunió más de un millón de reales (unos 275.000 dólares) a través de múltiples iniciativas, como un show benéfico de Caetano Veloso.
La gesta fue posible también gracias al empeño de curadores y artistas que desafiaron el veto del alcalde evangélico de la ciudad, Marcelo Crivella, al proyecto de acogerla en finales del año pasado en el Museo de Arte de Rio (MAR, municipal).
«Es un momento muy importante para la democracia brasileña, una demostración contundente de que los sectores más progresistas de la sociedad no aceptan la censura (…) Porque un acto de censura de esas dimensiones y de esa gravedad no se había visto después de la dictadura», dijo este jueves el curador Gaudencio Fidelis en la rueda de prensa de presentación de la muestra.
Con más de 200 obras de 82 artistas brasileños de la fama de Adriana Varejhao, Alair Gomes, Alfredo Volpi o Candido Portinari, el «Queermuseu» estará abierto al público de forma gratuita durante un mes.
En paralelo, habrá varios debates sobre diversidad sexual o derechos de la comunidad LGBT y también shows musicales de artistas ‘queer’.
La exposición será prácticamente igual a la de Porto Alegre, con las mismas obras provocadoras que escandalizaron al Movimiento Brasil Libre (MBL): cuadros que ilustran poses afeminadas de menores («Niño gay, travesti de la lambada»), otro donde Jesús es un mono en brazos de María, ilustraciones de varias prácticas sexuales en una adaptación de los tradicionales cuadros eróticos japoneses y hostias intervenidas con las palabras «culo» o «vagina».
Eso sí, un cartel en la entrada advierte que la muestra no es recomendada para menores de 14 años y avisa también al visitante de que en ella verá desnudos.
– Seguridad, por precaución –
«Esperamos un enorme éxito de visitas, pero no por la polémica que hubo. Las personas verán que eso fue una falsa premisa, una polémica fabricada. La sociedad podrá ver ahora cuál es la verdadera naturaleza de la exposición», cree Fidelis.
Los organizadores aseguran que no tienen miedo a nuevas manifestaciones de grupos de derecha pero, por si acaso, contrataron a una empresa de seguridad y el «Queermuseu» estará vigilado por más de 20 agentes, con refuerzo de nuevas cámaras instaladas en el recinto.
El director del EAV, Fabio Szwarcwald, asegura que solo han recibido una decena de correos electrónicos contrarios a la apertura de la exposición, a diferencia de sus colegas del MAR, que recibieron centenares e incluso una «amenaza de muerte».
«No estamos preocupados con posibles ataques a la muestra porque desde que iniciamos la campaña ha sido muy diferente de lo que ocurrió en el MAR», dijo Szwarcwald.
El MBL, que lideró el boicot al «Queermuseu» cuando el Banco Santander lo inauguró en Porto Alegre, promete quedarse quieto alegando que en esta ocasión la exposición está financiada con fondos privados y no con incentivos fiscales públicos que «sexualizan a los niños».
«Ellos están rezando para que el MBL haga algo porque si no fuera por nuestra atención, nadie iría a ver esa basura», dijo a la AFP Renan Santos, uno de los fundadores del MBL, un grupo que se hizo conocer durante las marchas a favor del impeachment de la presidenta de izquierda dilma Rousseff.
«Puede ir todo el mundo desnudo a verla, si quieren», ironizó.