Durango (México).- Tras una significativa renovación, el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de La Ferrería ha reabierto sus puertas, presentando una perspectiva renovada y profundamente enriquecida de la vida de los antiguos habitantes de las estribaciones de la Sierra Madre Occidental. 

Este proyecto, liderado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Cultura federal, promete sumergir a los visitantes en una época que se extiende mucho más allá de los mil años de historia prehispánica.

Cinthya Vidal Aldana, directora del Proyecto de Investigación Integral de La Ferrería y encargada de la zona arqueológica, destaca que esta renovación no solo incluye una actualización de la museografía, sino también la incorporación de los hallazgos más recientes. 

«Los visitantes serán recibidos por imágenes impactantes de un hombre y una mujer, ambos con tatuajes en el rostro y los antebrazos, reconstruidos a partir de los análisis antropofísicos de osamentas encontradas aquí», afirma Aldana.

Presenta una perspectiva renovada y profundamente enriquecida de la vida de los antiguos habitantes de las estribaciones de la Sierra Madre Occidental. Foto: INAH

«Estas imágenes dan vida a los estudios realizados y acercan al público a la comprensión de nuestras raíces», afirma Aldana.

El museo ahora ofrece una ventana a la vida cotidiana, rituales y modos de subsistencia de sus pobladores, basados en décadas de excavaciones y estudios. 

La exhibición se extiende a través de tres ejes temáticos: la variabilidad biológica, las actividades diarias y las tradiciones funerarias; además de los temas «Lugares y senderos» y «Geografía-Mundo», que exploran la relación de los ancestros con su entorno natural y su cosmovisión.

Un entorno rico en recursos naturales, marcado por el río Tunal y el cerro Ayala, ha sido crucial para entender la complejidad de La Ferrería, que mantuvo conexiones con culturas del suroeste de los Estados Unidos y de Mesoamérica entre los años 600 y 1350 d.C. 

El Museo de Sitio La Ferrería, con su diseño inclusivo que ofrece recursos adaptados a diferentes necesidades de aprendizaje y accesibilidad, está abierto de martes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas. Foto: INAH

«Este sitio no solo es un testimonio de la vida prehispánica, sino también un reflejo de las interacciones a larga distancia que estas comunidades tenían», explica Aldana.

El recorrido renovado del museo no solo es informativo sino también interactivo, con paneles, recreaciones en 3D e ilustraciones artísticas. Además, incluye artefactos como herramientas de piedra, cerámica y piezas de hueso y concha, cada uno seleccionado meticulosamente para ilustrar aspectos clave de la antigua vida en La Ferrería. 

Los visitantes pueden observar desde vasijas hasta sahumadores, pigmentos y arte rupestre, algunos descubiertos en excavaciones que datan desde la década de 1950 hasta la actualidad.

Respecto a la fisionomía de sus antiguos habitantes, los estudios revelan que los hombres y mujeres tenían una estatura considerable para su época, con cuerpos delgados y musculosos, adaptados a un estilo de vida activo de caza y recolección. 

Además, sus adornos personales, como aretes de cobre con conchas y collares de cuentas coloridas, así como tatuajes con significados cosmológicos, hablan de una sociedad que valoraba profundamente su identidad cultural y espiritual.

El Museo de Sitio La Ferrería, con su diseño inclusivo que ofrece recursos adaptados a diferentes necesidades de aprendizaje y accesibilidad, está abierto de martes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas, invitando a todos a explorar este legado invaluable y a conectarse con un pasado que sigue resonando en el presente.