Cúcuta (Colombia) (AFP) – Más de 5.000 mil venezolanos cruzaron este lunes a Colombia por un «corredor humanitario» abierto temporalmente por Venezuela tras más de dos semanas de cierre de la frontera, informó la autoridad migratoria colombiana.
«La medida (…) permitió que más de 3 mil 300 menores venezolanos regresarán a clases y un poco más de mil 800 adultos pudieran ingresar a Colombia para recibir asistencia médica», indicó Migración Colombia en un comunicado.
Los ciudadanos cruzaron luego de que la Guardia Nacional Bolivariana habilitara pasos por los puentes internacionales Simón Bolívar, La Unión y Francisco de Paula Santander, que unen a Venezuela con el departamento colombiano de Norte de Santander.
El director de Migración Colombia, Christian Krüger, abogó porque la apertura de los pasos «se mantenga en los próximos días y que la dictadura de Nicolás Maduro entienda que el cierre de la frontera lo único que genera es ilegalidad».
«Para nosotros es importante que se haya abierto de nuevo este corredor humanitario, porque nosotros dependemos de Colombia para el estudio, para la comida. Los niños ya tantos días sin poder ir a clases y los más contentos son ellos», dijo a la AFP María Libreros, una de las beneficiadas con la medida.
Los pasos fueron cerrados el 22 de febrero por orden de Maduro en la antesala a que se realizara un megaconcierto en la ciudad colombiana de Cúcuta para recaudar ayuda a Venezuela a solicitud del líder opositor Juan Guaidó.
También horas antes de que Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela, intentara fallidamente ingresar camiones cargados de alimentos e insumos médicos donados principalmente por Estados Unidos para paliar la peor crisis de la historia reciente de la nación petrolera.
Por los desmanes ocurridos durante el frustrado paso de la caravana, que dejaron cientos de heridos, Colombia ordenó el cierre de los cuatro pasos que unen el Norte de Santander con Venezuela alegando falta de seguridad para quienes buscaban cruzar los límites.
Durante el cierre, los miles de venezolanos y colombianos que estudian, trabajan o se abastecen en el otro país utilizaron las peligrosas trochas, como se conoce a los pasos ilegales, custodiadas por distintos grupos armados o contrabandistas.
Ojalá «que siga abierta (la frontera) porque la necesitamos todos, los estudiantes y nosotros los enfermos. Intentamos pasar por el río y entonces arriesgamos la vida», explicó Tiberio Rodríguez.
Venezuela, que rompió relaciones con Colombia, está inmersa en una severa crisis económica y desde el jueves vive el mayor apagón de su historia, que mantiene colapsado al país.