Bogotá (AFP) – Miles de trabajadores, sindicalistas, estudiantes, profesores, indígenas y caficultores marcharon este jueves en Colombia contra las políticas del presidente conservador Iván Duque y el incumplimiento de acuerdos.
«Hoy le estamos pidiendo al gobierno que nos escuche, que no intente privatizar ni la educación, ni la salud, ni la pensión, sino que se preocupe por el desarrollo de la sociedad», dijo a la AFP Camila Bermejo, estudiante de sociología de 20 años en la Universidad Nacional, mientras avanzaba hacia la Plaza de Bolívar en Bogotá.
Desde su llegada al poder el 7 de agosto, el mandatario de derecha enfrenta un creciente malestar social que se ha reflejado en multitudinarias protestas.
Primero fueron los estudiantes que clamaron por más recursos para la educación pública y con quienes el gobierno llegó a un acuerdo en diciembre que prevé desembolsos por cerca de 13.000 millones de dólares en cuatro años.
Luego siguieron profesores, indígenas y defensores del histórico acuerdo de paz suscrito en 2016 entre el entonces presidente Juan Manuel Santos y la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sin una mayoría estable en el Congreso, Duque también afronta una fuerte oposición a su intento de modificar, por vía legislativa, algunos de los compromisos suscritos con los rebeldes.
Su partido, el Centro Democrático, estima que el ahora partido FARC recibió un trato indulgente pese a los múltiples crímenes cometidos durante el conflicto.
Convocadas por las centrales obreras, las marchas tomaron las calles en una decena de ciudades del país.
En Bogotá el mayor punto de concentración fue la Plaza de Bolívar, cerca de la sede del gobierno, donde encapuchados se enfrentaron a piedras con la policía, que empleó gases lacrimógenos.
Treinta y tres personas fueron capturadas por esos disturbios y dos más en la ciudad de Medellín (noroeste), anunció en rueda de prensa el ministro de Defensa, Guillermo Botero.
– Estrategia opositora –
La ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, que recientemente negoció con los indígenas que participaban de una nutrida protesta en el suroeste del país, aseguró que detrás de las manifestaciones hay una estrategia política contra el gobierno.
«Estamos seguros que es un paro que tiene motivaciones políticas e ideológicas de la oposición al gobierno; viene siendo construida una estrategia de movilizaciones sociales desde el año pasado para generar la sensación de falta de gobernabilidad», afirmó a Blu Radio.
La manifestación se da en vísperas de la aprobación del Plan de Desarrollo Nacional (PND), la hoja de ruta del gobierno para los próximos cuatro años.
Roberto Gómez, manifestante de 65 años y presidente de la Confederación General del Trabajo, dijo a la AFP que los sindicatos esperan un PDN en sintonía con «los intereses de las grandes mayorías de este país y no en función de los intereses de las minorías privilegiadas de siempre».
Por su parte, la líder estudiantil Jennifer Pedraza, miembro de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de Educación Superior, aseguró que iban a movilizarse porque el gobierno no cumplió lo acordado tras dos meses de protestas el año pasado.
«Nosotros aquí lo que estamos haciendo es un llamado muy sencillo a que el gobierno nacional cumpla los acuerdos que firmó con nosotros el 14 de diciembre», dijo a Blu Radio.
También se sumaron los productores de café que clamaron por medidas que les ayuden a enfrentar los bajos precios internacionales del grano, que aseguran que están por debajo de los costos de producción y que afectan a tres millones de personas que viven de esta actividad en el país.
«El presidente Duque en su campaña fue claro en que iba a tener unos precios que cubrieran los costos de producción (…) le pedimos simplemente que cumpla con la palabra que él mismo empeñó», aseguró a Blu Radio Óscar Gutiérrez, líder cafetero y director ejecutivo de Dignidad Agropecuaria Colombiana.
Duque gobierna con una aprobación del 42,7%, mientras el rechazo a su gestión alcanzó el 50,4%, según una encuesta de la firma Invamer publicada en febrero.