Tuxtla Gtz (México) (AFP) – México ordenó el despliegue de cientos de militares y agentes migratorios en su frontera sur para impedir el ingreso de una caravana de miles de migrantes hondureños que intenta llegar a Estados Unidos, informó este viernes un responsable gubernamental.
«Va a haber cientos de personal de migración, Guardia Nacional y de Fuerzas Armadas», dijo a periodistas Francisco Garduño, jefe del Instituto Nacional de Migración (INM).
«No van a pasar», expresó tajante Garduño, tras verificar una extensa formación de agentes migratorios en la ribera del río Suchiate, que divide a México y Guatemala, según imágenes difundidas por medios locales.
Los funcionarios hicieron una demostración de las acciones a realizar en caso de que los migrantes lleguen a ese punto del estado de Chiapas, donde el puente internacional Rodolfo Robles fue cerrado con una reja.
Miles de hondureños continuaban este viernes su travesía por Guatemala hacia los puestos fronterizos con México en su ruta hacia Estados Unidos, aunque algunos regresaron a su país luego de que el gobierno guatemalteco ordenara su captura y expulsión.
Unas 3.000 personas, según las autoridades migratorias guatemaltecas, ingresaron el jueves al país en estampida tras romper un primer cerco militar en la línea fronteriza.
Garduño pidió a los migrantes que «respeten la ley de migración».
«No es un delito venir al país, pero nosotros decimos que sea con total respeto a la legislación migratoria mexicana. Bienvenidos todos, pero con orden», añadió.
En tanto, algunos militares mexicanos patrullaban en las inmediaciones del río y otros puntos de Ciudad Hidalgo, cabecera del municipio de Suchiate, de acuerdo con las mismas imágenes.
«Trataremos a todas las personas con respeto, las orientaremos, se les hará saber la ley migratoria de nuestro país», declaró por su parte Vicente Sánchez, comandante de la 36 Zona Militar, con sede en la vecina ciudad de Tapachula.
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, vocero de la estrategia para el manejo de la pandemia, dijo en conferencia que los migrantes recibirán asistencia médica y pidió no considerarlos un riesgo para la propagación del virus.
«Es improbable que contribuyeran a un problema de salud en México», sostuvo el funcionario.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, denunció este viernes que existen indicios de que la nueva caravana «se armó» para involucrar a México en la campaña electoral de Estados Unidos.