Sao Paulo (AFP) – Las mascotas consiguieron mantener su reinado en un Brasil agobiado por el coronavirus, la política y la crisis económica. En un país con más perros que niños, el mercado de productos para mascotas registró en la pandemia una expansión, que según especialistas, no tiene vuelta atrás.
En los últimos cinco años el sector de accesorios y alimentos para mascotas creció 87%, según la empresa de investigación de mercado Euromonitor International.
La tendencia resistió la pandemia: con las personas pasando más tiempo en casa, se dedica más atención y a invertir más en sus mascotas, y también aumentó el número de adopciones de animales.
El Instituto Pet Brasil estima que el crecimiento del segmento en Brasil fue de 13,5% en 2020 frente a 2019, con un movimiento 6,8% mayor al proyectado durante el primer semestre del año.
«El año fue desafiante para todos los sectores (…) pero nuestros resultados muestran un crecimiento muy expresivo y refuerzan la resiliencia del mercado pet», dijo el fundador y director ejecutivo de Petz, Sergio Zimerman, la mayor red de tiendas de mascotas de Brasil.
Petz creció 46,6% en 2020 frente a 2019, facturando 1.700 millones de reales (USD 303 millones), gracias en parte a su apuesta por las ventas online.
El sector fue también favorecido al ser calificado como esencial, lo que permitió a las tiendas y veterinarias continuar operando mientras otros comercios cerraban las puertas en las cuarentenas decretadas de forma intermitente en Brasil desde marzo de 2020.
«Al pasar más tiempo en casa por el distanciamiento social, las familias empezaron a prestar más atención a sus mascotas», afirmó Nelo Marraccini, presidente ejecutivo del Instituto Pet Brasil.
Zimerman sostiene que ese factor «disparó» la compra de juguetes y snacks, así como de productos de higiene y limpieza, porque muchos comenzaron a bañar a sus mascotas en casa.
‘Boom’ de tutores primerizos –
El aumento de adopciones de perros y gatos también incidió en la expansión del mercado.
«En marzo [de 2020], cuando comenzó la pandemia, tuvimos un aumento de 300% de adopciones, llegando a tener 15 por día», cuenta Marina Inserra, dueña de un refugio en Sao Paulo.
Bruno Soares, un técnico de computación de 36 años que vive en un apartamento de 45 metros cuadrados en el centro de Sao Paulo, entró en las estadísticas adoptando su primer perro en julio.
«Pasaba muchas horas en casa y la soledad comenzó a pegar», cuenta en medio de anécdotas sobre la nueva rutina con Max, el callejero blanco de seis kilos que devoró dos de sus zapatos.
Este boom de ‘tutores’ primerizos también se registró en el sector financiero. El banco digital Nubank contabilizó un aumento de 73,1% de clientes que gastaron en el segmento de mascotas en 2020, comparado con 2019.
Ese crecimiento explosivo se estabilizó con el paso de los meses, asegura Inserra, quien advierte en paralelo un aumento del abandono de animales, debido principalmente a la pérdida de ingresos por la crisis económica.
«Cuando la persona pierde la comida y el techo, no tiene cómo ofrecer lo mínimo, el animal va a la calle también», observa.
Pero el impacto económico de la pandemia (que ya dejó más de 375.000 muertos en Brasil) no parece ofuscar el futuro del mercado para mascotas, cuya perspectiva es de un crecimiento de 87% hasta 2026.
En 2021, según Euromonitor International, Brasil debe subir un peldaño para consolidarse como el sexto mayor mercado de mascotas del mundo.
El país es ya el segundo mayor mercado mundial de alimentos para perros (54,2 millones en 2018, según Pet Brasil) y el tercero de alimentos para mascotas, detrás de Estados Unidos y China.
Los entrevistados creen que el fin del aislamiento no revertirá el consumo, sino que favorecerá otros rubros, como el de servicios con guarderías y cuidadores.
Cuando se le pregunta por el futuro, Zimerman, que vive con dos yorkies, sonríe confiante: «En Brasil, el amor por las mascotas es universal».