San Sebastián (España) (AFP) – La realizadora costarricense Alexandra Latishev espera que su película «Medea», estrenada este martes en el Festival de San Sebastián, abra el debate sobre el tema «tabú» del aborto en su país, donde es ilegal salvo riesgo de vida para la madre.
Realizada en parte gracias al «crowfunding» y en una región, Centroamérica, que no suele proyectar su cine internacionalmente, la ópera prima de Latishev compite por ser la mejor película latinoamericana en la 65ª edición del festival donostiarra (norte de España)
En entrevista con la AFP, Latishev dice esperar que su presencia en este festival, considerado lanzadera del cine latinoamericano hacia Europa, le garantice distribución a la película y le abra «caminos para proyectos futuros».
Pero más aún desea que la visibilidad que gane el largometraje, que muestra a una joven universitaria que tiene un embarazo no deseado, abra un debate en su país sobre este tema.
«Es un tema del que ni siquiera se discute demasiado, es bastante tabú, entonces la intención de la película es que por lo menos se plantee», dice Latishev, de 30 años. «No pensamos dar una respuesta a nada, pero de alguna manera (en la película) se retrata y esperamos que abra posibles discusiones».
Rompiendo estereotipos femeninos, «Medea» muestra la historia de María José (la actriz Liliana Biamonte), una estudiante universitaria y jugadora de rugby que queda embarazada, pero negando su condición sigue adelante con un estilo de vida de riesgos.
«Quería crear un personaje que viviera en un cuerpo que no fuera suyo, en un cuerpo ajeno», dice Latishev, quien para ello investigó topándose con textos de sicoanalistas que hablaban del «mito de Medea, y de ahí surgió el nombre, no porque sea una adaptación, pero tiene elementos».
– Microfinanciación –
Dar forma al personaje fue «un proceso de un año», y para ello hizo un «laboratorio» en el que probaba con diferentes actrices «las escenas que iba escribiendo».
En total, fueron cuatro años para completar la película, un plazo «corto» en Costa Rica, donde «es bastante difícil» hacer cine por la escasez de recursos.
Para levantar fondos, Latishev hizo una campaña de microfinanciación, y para la posproducción contó con una productora chilena, luego de participar en 2016 en la sección Cine en Construcción en San Sebastián, que impulsa largometrajes inacabados para terminarlos.
En total, la película está valorada en 150.000 dólares, una cifra pequeña en el mundo del cine. Aunque ese bajo presupuesto la llevó a hacer «un ejercicio de creatividad».
Por ejemplo, gran parte del equipo que usó lo sacó de una escuela de cine o productoras de publicidad con las que había trabajado «aportaron todo el arte y el vestuario».
«No tuvimos muchos fondos, pero sí este tipo de apoyo que fue bastante importante», agregó Latishev.
«Medea» compite contra otros once largometrajes latinoamericanos en la sección Horizontes Latinos de la 65ª edición del Festival de San Sebastián, que tendrá su gala de premiación el sábado.