Nueva York (AFP) – Estados Unidos superó el sábado el umbral sombrío de 20.000 muertes por coronavirus, mientras millones a través del mundo celebran la Pascua este fin de semana en sus hogares, bajo cuarentena.
La pandemia se ha cobrado la vida de al menos 20.506 personas en Estados Unidos, el país con más muertes registradas en el mundo y también con más infectados: al menos 527.111, según el último conteo de la Universidad Johns Hopkins.
El sábado, 1.920 personas murieron por esta enfermedad respiratoria en Estados Unidos, una cifra terrible que representa sin embargo un descenso sobre el viernes cuando las muertes sumaron 2.108, récord en el mundo desde que comenzó la pandemia en diciembre.
Italia, el país más golpeado de Europa, que tiene un quinto de la población de Estados Unidos, también se acerca al mismo umbral, con 19.468 víctimas mortales debido a la covid-19.
Pero comienza a asomar la esperanza en Europa occidental y en algunas zonas de Estados Unidos de que la pandemia esté llegando a su ápice, y muchos tienen la mira puesta en la ciudad china de Wuhan, el epicentro original del virus, donde las autoridades levantaron las órdenes de confinamiento y la vida comienza a regresar a la normalidad.
Se prevé que las iglesias estén vacías este domingo de Pascua, el clímax de la Semana Santa para los más de 2.000 millones de cristianos del mundo, ya que las congregaciones deben respetar las órdenes de cuarentena para limitar la pandemia, que deja más de 1,7 millones de personas infectadas en el mundo y mató a más de 100.000.
– «Un anuncio de esperanza» –
«La oscuridad y la muerte no tienen la última palabra», aseguró el papa Francisco en una homilía transmitida en línea en víspera de la Pascua, en la basílica de San Pedro.
Esta fiesta que celebra la resurrección de Cristo es «un anuncio de esperanza», afirmó solo frente a una decena de concelebrantes y una decena de fieles.
En una llamada a un programa televisivo italiano el viernes, el papa argentino rindió homenaje a los médicos y enfermeros que perdieron la vida al luchar contra la pandemia.
«Murieron en el frente, como soldados que han dado su vida por amor», dijo según el Vaticano.
El pontífice fue alabado por el primer ministro italiano Giuseppe Conte por su «gesto de responsabilidad» de observar la Pascua en solitario.
En Estados Unidos, un puñado de curas y pastores hicieron caso omiso de las recomendaciones de médicos y autoridades y anunciaron que celebrarán misa abierta al público el domingo, aunque sean arrestados.
Pero la mayoría transmitirá la misa en línea. Algunos innovadores incluso han previsto misas «drive-in», a las cuales se puede asistir en automóvil.
– «Una meseta muy alta» –
Entretanto, los países europeos más afectados y los focos de la infección en Estados Unidos -Nueva York y Nueva Orleans- comienzan a notar que el ritmo de hospitalizaciones disminuye.
Las cifras españolas ofrecieron esperanza el sábado: hubo 510 nuevas muertes en un día, una caída por tercer día consecutivo.
En Francia, la cifra de muertes bajó por tercer día consecutivo, a 635. «Parece que se alcanzó una meseta muy alta (…), pero la epidemia permanece muy activa», dijo el director general de Salud, Jérôme Salomon.
– Boris Johnson se recupera –
Italia aseguró que el número de muertes diarias comienza a estabilizarse, aunque el gobierno resiste presiones para levantar la cuarentena, y la extendió hasta el 3 de mayo.
Pero Gran Bretaña registró el sábado su segundo día con más muertes. El primer ministro Boris Johnson, en tanto, hace «muy buen progreso» en su recuperación de la covid-19, tras recibir el alta de cuidados intensivos, aunque sigue en el hospital, dijo una portavoz.
Aunque el número de infectados en el mundo es de unos 1,75 millones, según un conteo de la AFP en base a cifras oficiales, se piensa que el número real es mucho más alto, ya que muchos países solo practican el test a los pacientes más graves.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció el sábado el cierre de las escuelas públicas de la ciudad hasta el fin del año escolar en junio.
«Es necesario para salvar vidas», dijo el alcalde de la ciudad que tiene más de 92.000 casos y que ha registrado más muertes en el país: casi 6.000.
Pero el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que la decisión final le corresponde a él y que debe tomarse de manera coordinada con las ciudades vecinas, e idealmente con los estados de Nueva Jersey y Connecticut.
«La orden del alcalde es válida hasta que el gobernador la desautorice con una orden contraria u otra que la sustituya», aclaró a la AFP Roderick Hills, profesor de derecho constitucional de la Universidad de Nueva York.
Muchos expertos y la Organización Mundial de la Salud alertan que levantar la cuarentena demasiado rápido es riesgoso.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió el viernes que esto podría llevar a una «resurgimiento mortífero» del nuevo coronavirus, conocido también como SARS-CoV-2.
Desde las favelas de Brasil a Nairobi, Bombay o zonas de conflicto en Medio Oriente, se teme que lo peor aún esté por llegar para los más pobres.
Yemen, devastada por la guerra, anunció su primer caso de covid-19 y las autoridades brasileñas confirmaron las primeras seis muertes en favelas de Rio de Janeiro.
El presidente estadounidense Donald Trump, en tanto, dijo esta semana que la enfermedad alcanzó su pico en el país y que considera medidas para reabrir la mayor economía mundial lo más rápido posible.
«Quedarse en casa también lleva a la muerte», afirmó.