Caracas (AFP) – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió este viernes a la Fuerza Armada lealtad y estar alerta frente a los «traidores» que buscan derrocarlo.
Durante una parada militar, Maduro, quien asumirá su segundo mandato el 10 de enero, reiteró su denuncia sobre supuestos planes de Estados Unidos para sacarlo del poder con ayuda de Colombia y del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro.
«¡Alerta, Fuerza Armada Nacional Bolivariana! Rodilla en tierra contra los traidores estén donde estén (…). Y lo resumo en una sola palabra: máxima lealtad con la Constitución, con el pueblo y con la revolución por encima de cualquier intriga, de cualquier traidor que surja», exclamó ante el alto mando y la tropa.
Maduro insistió en que Washington aumentó de 40 millones a 120 millones de dólares una supuesta partida para «comprar» a oficiales venezolanos y propiciar su caída.
«Así como tenemos graves amenazas permanentes, también tenemos los quinta columna, los caballos de Troya, los traidores y las traidoras pululando en el escenario nacional, apoyando a los enemigos de Venezuela en las medidas que toman contra nuestro país», dijo.
Pero el mandatario socialista se dijo seguro de la lealtad de la Fuerza Armada, a la que definió como la «columna vertebral» del país.
«Hay que abrir los ojos bien (…) para ver cómo de manera triste un puñado de venezolanos terminan como traidores de nuestra patria sirviendo a la causa extranjera, vendiendo su patria, y tratando una y mil veces de confundir con la intriga, con la mentira, con el halago, con el soborno», subrayó.
Durante el acto que reunió a unos 1.800 cadetes, un grupo de oficiales le obsequió al presidente varias estatuillas religiosas. «Será un año milagroso para todo el pueblo de Venezuela», expresó el gobernante socialista.
Enfrentando un fuerte rechazo popular, Maduro, durante cuyo gobierno Venezuela cayó en la peor crisis económica de su historia moderna, jurará para un segundo mandato (2019-2025) tras su reelección en comicios boicoteados por la oposición, que los consideró un «fraude», y desconocidos por gran parte de la comunidad internacional.
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