Caracas (AFP) – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, delegó este viernes a su canciller, Jorge Arreaza, para que participe en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU convocada por Estados Unidos para tratar la crisis de Venezuela.
«¡Bienvenido el debate!, es lo que queríamos, se me adelantó (el secretario de Estado estadounidense) Mike Pompeo, ¡Gracias, Mike! (…) Le he dicho al canciller que se vaya a Nueva York, va saliendo a Nueva York, tiene la visa el canciller», ironizó Maduro.
Estados Unidos solicitó para este sábado una sesión de urgencia de la más alta instancia de las Naciones Unidas, tras apoyar la autojuramentación del líder opositor venezolano, Juan Guaidó, como presidente interino y declarar «ilegítimo» al mandatario socialista.
«Si el debate se da mañana (sábado), bienvenido. Es un regalo que nos ha hecho Mike Pompeo» para llevar la «verdad de Venezuela», dijo Maduro durante un encuentro con la prensa extranjera en el palacio presidencial de Miraflores.
Pompeo, jefe de la diplomacia estadounidense, presionará a los miembros del Consejo de Seguridad para que reconozcan a Guaidó como presidente interino del país petrolero, dijo este viernes el Departamento de Estado.
Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, se comprometió el miércoles ante una multitud de seguidores en Caracas a encabezar un gobierno de transición que organice nuevas elecciones y saque del poder a Maduro, cuyo segundo periodo -iniciado el 10 de enero- considera «ilegítimo».
Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y una docena de países de la región han reconocido a Guaidó, en tanto que Rusia, China y Turquía han dado un espaldarazo a Maduro.
El Consejo de Seguridad de la ONU está integrado por cinco miembros permanentes (China, Francia, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido) y otros diez no permanentes, que este año son Alemania, Bélgica, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Indonesia, Kuwait, Perú, Polonia, República Dominicana (que este mes ocupa la Presidencia) y Sudáfrica.
El gobierno socialista niega la existencia de una crisis humanitaria en el país petrolero -sumido en inflación y escasez de bienes básicos- y acusa a Washington de promover un golpe de Estado en Venezuela que justifique una intervención militar.