Buenos Aires (AFP) – El presidente Mauricio Macri pidió este jueves «terminar con comportamientos mafiosos» en Argentina, en la apertura de un encuentro de máximos dirigentes de empresas, varias de ellas señaladas en un escándalo de sobornos en el pasado gobierno kirchnerista.
«No tengo pensado hipotecar mi gobierno ni el futuro de los argentinos para defender a nadie que actúe fuera de la ley, y quiero ser claro en esto: si alguno de ustedes se encuentra con un pedido indebido, acá tienen un presidente al cual acudir», advirtió Macri, para despegarse de la causa judicial que desvela a los argentinos.
El encuentro de los poderosos miembros de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) en Buenos Aires ocurre en un momento complejo de la economía, marcada por una crisis cambiaria y depreciación de la moneda, la caída del consumo en numerosos sectores y la inflación que acumula 19,6% en lo que va de año.
«No se trata de negar para nada la agenda de dificultades que tenemos por delante para resolver, especialmente hasta que no lleguemos a un equilibrio fiscal», resaltó Macri.
Entre los presentes se encontraba Paolo Rocca, máximo directivo de la compañía ítalo-argentina Techint, una de las mencionadas en una causa por sobornos en contratos de obras públicas y financiamiento ilegal de la política durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015).
«Techint no participó en el club de corrupción de la obra pública de ninguna manera. A lo largo de los últimos 12 años Techint, que es la compañía de mayor potencial (en obra pública), logró solo el 1% de la inversión gestionada por el ministerio de Planificación», se defendió Rocca al hablar ante sus pares.
Luis Betnaza, histórico ejecutivo de Techint, fue uno de los empresarios detenidos que se declaró como arrepentido ante la justicia, lo que le permitió ser excarcelado.
En el encuentro de empresarios estuvo José Cartellone, cuya constructora está mencionada en el caso conocido como «los cuadernos de la corrupción».
La causa tiene su origen en las anotaciones que entre 2005 y 2015 hizo Oscar Centeno, quien era chofer de un exfuncionario del gobierno kirchnerista y asegura haber realizado recorridos cargado de millones de dólares provenientes de sobornos.
Salvo uno, Claudio Uberti, también arrepentido, todos los exfuncionarios imputados en la causa están bajo arresto.
También se indaga a la expresidenta y actual senadora Cristina Kirchner, quien el lunes acudió a los tribunales.
Kirchner pidió que se cite también a Macri para que testifique sobre supuestas tratativas en el caso de su primo Angelo Calcaterra, quien declaró como arrepentido.