Santiago (AFP) – Tras una vendimia difícil e inolvidable debido a las restricciones de movilidad y la decisión de acelerar la cosecha con viticultores armados de mascarillas y alcohol gel, los productores chilenos esperan producir vinos de mejor calidad durante la pandemia.
Con un mercado mundial contraído debido a que la mayoría de los bares, restaurantes y hoteles están cerrados o funcionando a media máquina, una menor producción pero de mayor calidad es una noticia positiva en Chile, cuarto exportador mundial de vinos.
A diferencia del hemisferio norte, la pandemia sorprendió a Chile -y al resto de los países productores de vino del Cono Sur- en medio de la cosecha que es entre fines de febrero y abril, una época que resultó ser compleja e inolvidable, según coincidieron varios enólogos consultados por la AFP.
Los productores chilenos tuvieron que sortear desde marzo las restricciones sanitarias y adelantar la vendimia debido a la maduración más rápida de la uva, provocada por la sequía y las inesperadas heladas caídas a fines del año pasado cuando empezaba el verano austral.
Con un primer caso de coronavirus reportado en el país el 3 de marzo, los viticultores debieron extremar las medidas sanitarias entre los recolectores de uva, con el uso de mascarillas y alcohol gel, el lavado de manos y el distanciamiento físico, junto con adelantar en algunas semanas el fin de la vendimia, con resultados sorprendentes.
«La vendimia se pudo terminar sin ninguna dificultad y de hecho fue una muy buena vendimia, con menor volumen pero de muy buena calidad y eso fue una buena noticia», explicó a la AFP, Angélica Valenzuela, directora comercial de Wines of Chile, organismo que reúne a la mayoría de las viñas chilenas.
«Los vinos cosecha 2020 darán mucho que hablar por su expresión, concentración y gran calidad», indicó el informe de la vendimia de la viña Cono Sur.
Menos pero bueno
La menor producción mejoró la calidad de la uva debido a una mayor aireación de los racimos, una mejor exposición al sol y madurez más homogénea, lo que permitirá a las viñas elaborar vinos tintos con condiciones naturales muy adecuadas para la guarda. En el caso de los blancos, vendrán muy aromáticos.
Una caída estimada en la producción de un 20% para este año(frente a los 1.193 millones del año 2019) y de las exportaciones en un rango de entre un 10 y un 20% -afectadas por la menor demanda de China, su mayor mercado-, la cosecha 2020 podría apuntar a buscar mejores precios a partir de vino de mejor calidad, coinciden los expertos.
Con un 75% de la producción destinada al mercado internacional, las viñas chilenas recibieron un duro golpe cuando China decidió en enero suspender la celebración de Año Nuevo -fiesta popular en la que se vende la mayor cantidad de vino chileno- debido al coronavirus, lo que dejó a la mayoría de las viñas locales con un sobre stock.
«Hay un grado de positivismo en el fondo de que el stock lo puedes guardar un año en los tanques. Pero como ese stock se está cruzando con la cosecha 2020; ese vino hay que embotellarlo pronto y sin etiqueta hasta que las viñas reciban órdenes de compra», dijo Max Morales, asesor en marketing de Andes Wines, sitio web especializado en vinos.
«Algo de ese stock que no se vendió en China, se ha vendido los meses posteriores (abril y mayo). Lo que no se puede vender, se guarda para ventas los meses que siguen. ¡Nada se pierde!», sostuvo Carlos Serrano, director comercial de Viña Montes.
Diversificar los mercados
Viñas como la española Miguel Torres, afincada en Chile desde 1979, lograron reactivar sus ventas al mercado chino entre marzo y mayo, y recondujeron sus ventas a «mercados que han abordado la pandemia con buenos resultados, como Canadá y Bélgica», manifestó Jaime Valderrama, director general de la viña.
Con sus clientes encerrados en casa, las viñas también diversificaron sus ventas en internet para el mercado local, con degustaciones virtuales de vino y un mayor desarrollo del e-commerce.
«Estamos reenfocando nuestra estrategia comercial para adaptarnos a lo nuevo que viene y vamos a hacer más comercio electrónico con el vino en Estados Unidos», indicó Jorge Matthei, gerente comercial de viña Folatre.
En Chile, donde el coronavirus suma más de 225.000 contagiados y más de 3.800 muertes, se reforzaron también las ventas en supermercados pese a que antes del virus este sector venía golpeado por el estallido social que obligó al cierre de gran parte del comercio.
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