Uno de los elementos navideños que forman parte de las tradiciones cristianas en Latinoamérica son los pesebres o nacimientos, que representan el nacimiento de Jesús.
Desde mediados de noviembre, las familias que siguen esta tradición comienzan con los preparativos para instalarlo, desde el lugar donde colocarlo hasta el desempaquetamiento de las figuras que han estado guardadas por casi un año.
Los elementos del pesebre incluyen a la Virgen Maria, San José y el Niño Jesús, acompañados de los tres Reyes Magos y otras figuras como pastores, animales, entre otros. Sin importar la forma y los materiales utilizados en su elaboración, todos conllevan el mensaje que aún tiene vigencia, más de 2,000 años después.
Una tradición arraigada en la celebración decembrina
Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado cuál es el origen de esta tradición tan arraigada en la celebración decembrina?
El origen de esta costumbre se remonta al siglo XIII, en Greccio, en el centro de Italia. De acuerdo con San Buenaventura, en su obra Vida de Santos, fue San Francisco de Asís quien comenzó con esta tradición en la Nochebuena de 1223, en una cueva cerca de esa ciudad, con una representación viviente del nacimiento del hijo de Dios.
Esa noche, el fundador de la Orden Franciscana celebró una misa en ese lugar, con el deseo de que las personas se enfocaran más en la adoración a Cristo que en el aspecto material de la Navidad.
A partir de esa fecha, se popularizó la instalación de los pesebres con figuras de terracota en las iglesias durante la época de Navidad. Esa costumbre se extendió luego a los hogares cristianos, especialmente católicos.
Representación del nacimiento del niño Jesús.
Los pesebres, tras la evolución de esta tradición, se exhiben en lugares cerrados o al aire libre, en una estructura que semeja a un establo o una gruta. La mayoría de las familias guardan las figuras una vez que concluyen las fiestas pero otras los dejan hasta el 12 de enero, en que se celebra la fiesta católica del Bautismo del Senor.
En algunas regiones de América Latina, como en Venezuela, el pesebre se extiende hasta el 2 de febrero, para la celebración de la Paradura del Niño.
Actualmente, muchos de los pesebres se elaboran con materiales tradicionales como corcho, musgo, aserrín, entre otros, con técnicas sencillas de montaje Pero hay otros más artísticos, que incluyen maquetas sofisticadas e incluso con movimiento.
Algunos pesebres reflejan la cultura y tradiciones de un país, en donde las figuras se asemejan a personas de una comunidad específica, típicas de ese lugar. Pero también se elaboran pesebres con figuras hechas materiales poco convencionales como cristal, tejidos, e incluso origamis.
Pero, al igual que lo hizo San Francisco de Asís en el siglo XIII, los pesebres también se representan en forma viviente en las iglesias o cualquier otro lugar durante la temporada navideña. Estas representaciones pueden incluir hasta animales para dar más realismo a la obra.