Puerto Príncipe (AFP) – Cientos de profesionales médicos y opositores políticos se manifestaron el miércoles en la capital haitiana para exigir mejores salarios y condiciones de trabajo para el sector de la salud, así como exigir la renuncia del cuestionado presidente Jovenel Moise.
«No hay compresas de gasa, ni guantes, ni agujas: trabajamos en una situación que va más allá de la medicina de guerra», explica el doctor Grégory Elysé al detallar las condiciones precarias en el principal hospital del país.
Comenzando la marcha en la puerta de ese establecimiento en Puerto Príncipe, los manifestantes expresaron su enojo al notar en los últimos años que el sector de la salud estaba recibiendo un presupuesto más bajo que el Parlamento.
«La salud no es la prioridad de los líderes de este país. Cuando tienen problemas, toman un avión y van a buscar atención médica en otro lugar», lamenta el Elysé, sabiendo que ese derecho es inaccesible para más del 60% de los haitianos, que sobreviven con menos de dos dólares al día.
Ya sean paramédicos, cirujanos o enfermeras, todos han abogado por una revaluación urgente de sus salarios.
Un residente de primer año recibe solo 12.600 gourdes por mes, la moneda local, o sea unos 130 dólares, ya que el salario bruto mensual de un especialista médico es de solo 38.000 gourdes (casi 395 dólares).
«Cada año que gradúas un centenar de médicos, casi el 90% se ve obligado a ir a España, Estados Unidos y Canadá para encontrar algo para vivir y trabajar», dijo el Dr. Barthélémy Guibert, profesor de la Facultad de Medicina de Puerto Príncipe.
«La mayor desgracia que le puede pasar a un país es la partida de sus recursos humanos: el desarrollo no se puede comprar en una tienda», subrayó.
Los manifestantes también exigieron la salida inmediata del poder de Jovenel Moses, uniéndose a académicos, artistas, religiosos y trabajadores del sector textil, en la protesta popular contra el jefe de Estado que lleva ya dos meses.
Las multitudinarias e intensas manifestaciones en las calles para pedir la renuncia del presidente, el despliegue de barricadas en vías principales y los disturbios violentos paralizaron las actividades en el país además de provocar el cierre de escuelas.