Nueva York (AFP) – ¿Existe realmente esa criatura esquiva denominada «el voto latino»? ¿Es cierto que los latinos votan demócrata? ¿Y que su voto no puede decidir una elección presidencial en Estados Unidos?
Varios expertos consultados por la AFP derriban los cinco mayores mitos sobre el voto de la población hispana en Estados Unidos, la mayor minoría del país.
– 1. Existe un «voto latino» –
El mayor mito «es que hay un voto monolítico. Y creo que esta elección ha ayudado a derribarlo», dijo a la AFP Matt Barreto, cofundador de la encuestadora Latino Decisions, que trabajó en sondeos con la campaña del presidente electo Joe Biden.
La comunidad hispana es «muy diversa» y contiene desde «estadounidenses de origen mexicano cuya historia se remonta, como es mi caso, a cientos de años» a «inmigrantes recientes de América Central», a puertorriqueños o cubanos con una historia muy distinta, sostuvo por su lado la conservadora Linda Chávez, la primera mujer hispana que integró un gabinete estadounidense, durante el gobierno de Ronald Reagan.
Los hispanos no eligen a quién votar necesariamente según su origen, sino también según su fe, ingresos o edad. Los republicanos, por ejemplo, atraen a veteranos de guerra y evangélicos hispanos, no solo a cubano-estadounidenses, destacó Barreto.
«Podemos decir que hay un bloque de votantes» hispanos, estimó Christine Marie Sierra, profesora de ciencia política de la Universidad de Nuevo México. Pero en realidad, «hay varios bloques dentro de esa población».
– 2. Los latinos votan demócrata –
Sí, la mayoría. Pero no todos.
Cerca del 70% de los hispanos votaron por Biden, según estimaciones (aún no hay cifras definitivas), pero en algunos condados votaron en masa por Donald Trump, como en Miami-Dade, Florida, y en una zona del Valle del Río Grande, en Texas, en la frontera con México.
«Los medios se han pasado años promulgando mitos sobre los votantes hispanos cuando la realidad es que las políticas del presidente Trump son populares en estas comunidades», dijo Giancarlo Sopo, que colaboró con la campaña del mandatario saliente.
Sierra recordó no obstante que a Trump no le fue mejor con los latinos ahora que hace cuatro años.
«Le fue mejor con una tajada específica de la población latina en Florida. Pero (a nivel nacional) terminó en el mismo lugar que los presidenciables republicanos en elecciones anteriores», indicó.
Reagan obtuvo un 37% del voto latino en 1984 y George W. Bush llegó a alcanzar un récord de 40% en 2004. Trump logró 28% en 2016, y una cifra similar este año, según las estimaciones.
«Su techo es el 30%», dijo Albert Morales, director de política de la encuestadora Latino Decisions. La virada «más hacia la derecha, extremista y antiinmigrante» de los republicanos «tiene consecuencias», apuntó.
– 3. Los latinos no acuden a las urnas –
La abstención de los latinos ha sido históricamente alta. En general acuden a las urnas menos de la mitad de los votantes habilitados.
Pero todo apunta a «un récord, un inmenso» voto hispano este año, tanto por anticipado como el día de la elección, dijo Barreto.
Unos 32 millones estaban habilitados para sufragar. Las estimaciones señalan que votaron entre 17 y 20 millones, incluso más de lo previsto, según Morales, aunque las cifras definitivas demorarán meses en llegar.
– 4. El voto de los latinos no es decisivo –
El voto de los hispanos dio a Biden un margen que le otorgó el triunfo en al menos cuatro estados bisagra: Arizona, Wisconsin y Pensilvania, que fueron «rojos» en 2016 pero se tornaron «azules» en estos comicios, y también en Nevada, según los expertos de Latino Decisions.
Morales cree que en las presidenciales de 2024 Texas será el escenario de «la guerra de todas las guerras», ya que habrá más de seis millones de hispanos elegibles para votar, pero unos tres millones no están registrados, por lo cual no son contactados por ninguna campaña.
Biden perdió en Texas pero por un margen bastante menor que Hillary Clinton en 2016, gracias al voto hispano en las grandes ciudades.
– 5. La inmigración es el tema que más inquieta a los latinos –
Es uno de ellos, pero no el único ni el principal.
Interesa más en la frontera con México, y a votantes que tienen familiares sin papeles, pero menos a hispanos de tercera generación, o a puertorriqueños que son estadounidenses, según analistas.
«La inmigración aún importa (…) pero a eso se suma el (manejo del) virus, la economía y el acceso a la salud», concluyó Sierra.