México (AFP) – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ratificó este martes su plan de construir una nueva refinería para la endeudada petrolera estatal Pemex y dijo que es «muy probable» que se anuncie la licitación del proyecto el próximo 18 de marzo.
«Se va a construir la refinería, se va a terminar en tres años, como se contempló y va a costar de seis a ocho mil millones de dólares», dijo el mandatario en su habitual conferencia de prensa matinal.
La declaración refuta versiones periodísticas según las cuales el proyecto había sido retrasado y sus recursos se iban a destinar a labores de exploración y producción de Pemex, actividades que es urgente impulsar para aliviar las finanzas de la empresa, afirman expertos y agencias de calificación crediticia.
López Obrador afirmó que la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, en el estado de Tabasco (sureste), ya cuenta con 50.000 millones de pesos (2.590 millones de dólares) asignados en el presupuesto de este año.
«Tenemos presupuesto y es muy probable que se haga el anuncio sobre la licitación el 18 de marzo», agregó el presidente.
Pemex, cuya deuda rebasa los 100.000 millones de dólares, está en la mira de agencias de calificación como S&P y Fitch debido a la debilidad de sus fundamentos crediticios y a los insuficientes niveles de inversión que le impiden recuperar su menguante producción de hidrocarburos.
El gobierno de López Obrador se ha propuesto rescatar a Pemex, a la que considera un baluarte de soberanía nacional, con un aumento de su presupuesto anual y un plan de ayuda adicional por unos 5.500 millones de dólares anunciado en febrero. El ministerio de Hacienda mantiene abierta además la posibilidad de dar mayor apoyo financiero.
Pero las calificadoras consideran esta ayuda insuficiente. Fitch, que rebajó en enero la nota de Pemex en dos escalones, estima que la inversión adicional debería estar entre 12.000 y 17.000 millones de dólares anuales.
Expertos sostienen además que la inversión en una nueva refinería resultaría costosa e ineficiente pues consideran que la prioridad de Pemex debe ser elevar su producción petrolera, que ha caído de 3,4 millones de barriles diarios en 2004 a 1,7 millones en la actualidad.
López Obrador, por su parte, critica duramente el abandono en que gobiernos anteriores dejaron a Pemex al permitir también el declive de su capacidad de refinación de petróleo, que ha llevado al país a importar más del 70% de la gasolina que consume.