Bogotá (AFP) – Vasijas, figuras antropomorfas, ollas y collares indígenas de hasta 1.500 años de antigüedad: Colombia repatrió días atrás 274 objetos precolombinos recuperados en Estados Unidos.
Las piezas llegaron a manos de la embajada colombiana en Washington desde 2018 gracias a «incautaciones» y «devoluciones que se han hecho por parte de coleccionistas» en el país nortamericano, dijo a la AFP Alhena Caicedo, directora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
Fabricados en cerámica, roca y conchas por diferentes comunidades indígenas entre el año 500 a.C. y el 500 d.C., los artefactos retornaron el viernes en el avión presidencial que transportó al mandatario Gustavo Petro en su visita oficial a Nueva York la semana pasada.
En suelo colombiano permanecen bajo custodia en la sede de la Cancillería en Bogotá y fueron expuestas ante las cámaras de la AFP.
Decenas de cajas se encuentran en un salón de la sede del ministerio. En el centro, dos mesas exhiben algunos de los tesoros arqueológicos. Con guantes de látex, responsables del ICANH manipulan cuidadosamente las piezas, algunas con forma de animales y rostros humanos.
La mayoría, según la directora Caicedo, fueron entregadas voluntariamente por una mujer estadounidense que las heredó de su esposo fallecido, quien a su vez las había adquirido en los años 1970 en la ciudad de Cali (suroeste).
Otras figuras precolombinas fueron decomisadas por la policía federal estadounidense (FBI) y entregadas a la embajada de Colombia, en el marco del acuerdo entre ambos países para la devolución de elementos culturales utilizados en el comercio irregular.
«Salieron del país de manera ilegal, no sabemos exactamente cuándo», agregó la jefa del instituto encargado de preservar las piezas.
De acuerdo con el ICANH, las obras pertenecieron a seis regiones arqueológicas ubicadas en lo que hoy son los departamentos de Nariño (fronterizo con Ecuador), Valle del Cauca (suroeste), Cauca (suroeste) y Magdalena (norte).
Antes de la llegada de los españoles a América, en 1492, allí vivían indígenas tumaco, nariño, quimbaya, tayrona y sinú, entre otros.
La cancillería colombiana pretende retornar a Colombia unas 730 piezas «del patrimonio arqueológico nacional» que se encuentran en sedes diplomáticas en otros países.
En 2021, la entonces vicepresidenta Marta Lucía Ramírez pidió a la prestigiosa casa de subastas alemana Gerhard Hirsch suspender la venta de 25 piezas precolombinas colombianas.
México, Bolivia, Costa Rica, Panamá, Perú y Guatemala han hecho demandas similares. A lo largo de Latinoamérica, los pueblos aborígenes denuncian el saqueo de sus bienes.
El comercio ilícito de objetos culturales genera cerca de 10.000 millones de dólares, según la Unesco.