Seúl (AFP) – El líder norcoreano, Kim Jong Un, se reunió en Pyongyang con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, con quien habló sobre «cuestiones fundamentales de interés común» referentes a la situación internacional actual, informó la prensa estatal del Norte este lunes.
Díaz-Canel está de visita en Corea del Norte en el marco de una gira internacional, que se produce en un momento en que las negociaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos están detenidas y solo unos días después de que Washington impusiera nuevas restricciones comerciales a Cuba.
Estados Unidos y La Habana restablecieron relaciones completas en 2015, después de más de medio siglo de enemistad, pero se deterioraron desde que Donald Trump llegó a la presidencia.
«Hubo un intercambio profundo de visiones sobre cuestiones fundamentales de interés común […] de la situación internacional y se alcanzó un consenso en todos los temas», dijo la agencia oficial norcoreana, KCNA.
Díaz-Canel fue recibido por Kim y su esposa, Ri Sol Ju, el domingo en el Aeropuerto Internacional de Pyongyang, también según KCNA, y después asistió a un banquete y un concierto de bienvenida.
Al brindar en el banquete, Kim dijo que su encuentro con el líder cubano representaba «un momento crucial que demuestra la voluntad de continuar siempre con la amistad entre los dos países».
En respuesta, Díaz-Canel dijo que estaba dispuesto a «enfrentar todos los retos planteados por las fuerzas hostiles» al tiempo que mantienen su «amistad tradicional y relaciones de cooperación», según KCNA.
Díaz-Canel asumió la presidencia de Cuba en abril, tras una histórica transición en el poder en la isla para suceder a Raúl Castro.
El régimen comunista cubano es un estrecho aliado de Corea del Norte, que declaró tres días de duelo oficial tras la muerte de Fidel Castro en noviembre de 2016.
Este había visitado Corea del Norte en 1986 para reunirse en Pyongyang con el fundador del régimen norcoreano, Kim Il Sung.
Cuba desobedeció las sanciones internacionales impuestas en el pasado a Corea del Norte por sus programas de armas nucleares.
En 2013, Panamá incautó un buque norcoreano que transportaba un cargamento no declarado de armas cubanas de la era soviética escondidas bajo sacos de azúcar. Corea del Norte se defendió asegurando que las armas se trasladaban para ser reparadas y que después serían devueltas.