Caracas (AFP) – El opositor venezolano Leopoldo López aseguró este jueves que el fallido levantamiento militar del martes fue un primer paso para sacar del poder al presidente Nicolás Maduro, y auguró nuevos «movimientos» en la Fuerza Armada.
«Siempre se planteó como un primer paso», dijo López a periodistas en la residencia del embajador de España, donde se refugió el martes tras ser liberado de su prisión domiciliaria por los insurrectos.
«Es parte de un proceso, es una grieta que se va a convertir en una grieta más grande (…) que va a terminar rompiendo el dique», añadió.
López negó así que el alzamiento que lideró junto con el opositor Juan Guaidó, reconocido como mandatario interino por medio centenar de países, hubiera fracasado.
«El quiebre ha comenzado», manifestó el dirigente, subrayando que lo que comenzó el martes «es un proceso irreversible», pues los militares «se dieron cuenta que no están solos».
«Hablé con muchos generales (…). Esta dictadura se va a acabar», remarcó.
Tras llamados infructuosos de Guaidó a la Fuerza Armada para que se sumara a la sublevación, los rebeldes pidieron asilo en la embajada de Brasil y López se refugió en la sede diplomática.
«Nosotros nos hemos preparado para esto. Esto no es improvisado», afirmó el político, anunciando que «van a venir más movimientos en el sector militar».
López confió igualmente en «que sean semanas para (que se produzca) el cese de la usurpación», como se refieren los opositores a la salida de Maduro, a quien acusan de haber conseguido la reelección de manera «fraudulenta».
Más temprano, la justicia ordenó la recaptura de López, pero el gobierno español afirmó que «en ningún caso contempla» su entrega a las autoridades venezolanas «ni su desalojo de la Residencia del Embajador».
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