Madrid (España).- La Caja de las Letras del Instituto Cervantes ha dado un paso significativo en la preservación de la herencia cultural iberoamericana con la incorporación del legado de la Universidad de La Habana este miércoles.
Dicho legado incluye documentos de gran valor histórico como la solicitud de ingreso del renombrado novelista Alejo Carpentier en 1922, junto con expedientes estudiantiles de los poetas José María Heredia y Roberto Fernández Retamar.
El evento contó con la presencia de figuras destacadas como Luis García Montero, director del Instituto Cervantes; Miriam Nicado, rectora de la Universidad de La Habana; y José Antonio Baujín, vicerrector de la misma.
Durante la ceremonia, García Montero enfatizó la importancia de este legado, no solo como un testimonio del pasado, sino como un puente hacia el futuro.
«El mundo universitario y el traspaso de saberes son ejemplos vivos de cómo las herencias se convierten en futuro», señaló.
Este legado no solo celebra la rica historia académica y cultural de Cuba, sino que también fortalece los lazos entre Cuba y España, subrayando el rol de la Universidad de La Habana como una institución clave en las relaciones culturales y científicas entre ambos países.
«Es historia y actualidad y es ciencia y humanidad», afirmó García Montero, destacando el deseo del Cervantes de colaborar estrechamente en los vínculos Cuba-España.
Por su parte, Miriam Nicado expresó su orgullo por la inclusión de la Universidad de La Habana en la Caja de las Letras, describiéndola como «un grito lanzado al mundo sobre el verdadero tesoro del hombre».
Según Nicado, este patrimonio cultural simboliza la resistencia en tiempos donde «el amor y la creación humana deben enfrentar la barbarie del poder, del dinero y de las armas destructivas».
El acto también sirvió para remarcar el impacto de tres figuras emblemáticas de la literatura cubana. Alejo Carpentier, quien solicitó ingresar a la Escuela de Ingenieros a los 17 años y más tarde se convirtió en una voz novelística fundamental en español, fue galardonado con el Premio Cervantes en 1977.
José María Heredia, reconocido como «el primer poeta de América» por José Martí, y Roberto Fernández Retamar, cuya trayectoria académica abarcó desde la arquitectura hasta el Doctorado en Filosofía y Letras.
Adicionalmente, se ha anunciado la creación de una nueva Cátedra Cervantes, ocupada por José Antonio Baujín, que facilitará la colaboración entre centros académicos de Cuba y el Instituto Cervantes. Este acuerdo también incluye medidas para la formación de profesores de español y la creación de un Espacio Cervantes en La Habana, con fondos de la biblioteca del Instituto.
Con la fundación de la Universidad de La Habana en 1728 por frailes dominicos y su evolución a lo largo de casi tres siglos, esta institución ha sido un pilar en la educación superior en Latinoamérica.
Este nuevo legado se une a otras contribuciones significativas de la cultura cubana a la Caja de las Letras, resaltando a figuras como la bailarina Alicia Alonso y los escritores Severo Sarduy, Nancy Morejón y Leonardo Padura.
Este enriquecimiento del patrimonio cultural a través de la Caja de las Letras refuerza el papel de la literatura y la educación en la construcción de puentes entre naciones y generaciones, prometiendo un futuro donde el conocimiento y la cultura continúan siendo pilares de la sociedad.