Madrid (España).- La Caja de las Letras, antigua cámara acorazada del Instituto Cervantes recibió  un significativo legado del eminente escritor uruguayo Juan Carlos Onetti. 

Este tesoro literario, compuesto por manuscritos, libros, cartas y traducciones, reposará en la caja número 1408, simbolizando la universalidad y la perdurable influencia de Onetti en la literatura mundial.

La ceremonia contó con la presencia de figuras destacadas como Luis García Montero, director del Cervantes; Dolly Onetti, viuda del escritor y reconocida músico; Pilar Reyes, de Penguin Random House; y Hortensia Campanella, directora de la Fundación Mario Benedetti y editora de las obras completas de Onetti. 

Este evento no solo rinde homenaje al autor, sino que también perpetúa su voz en el panorama literario global.

Entre los tesoros entregados se encuentran traducciones al chino y al griego de algunas de sus novelas más aclamadas, como «La vida breve» y «El astillero». Además, se destacaron correspondencias personales con amigos y colaboradores, que reflejan la personalidad compleja y el humor característico de Onetti. 

Un ejemplo es la carta a su suegra, en la que con un tono jocoso lamenta que nunca le advirtió sobre las habilidades culinarias de Dolly.

El propio García Montero rememoró cómo Onetti, a través de su exilio y eventual establecimiento en España en los años 70, se convirtió en un faro de inspiración literaria, enfrentándose a adversidades políticas en Uruguay que lo llevaron a buscar refugio en un entorno más propicio para su vocación literaria. 

«Onetti representó una verdadera apuesta por la literatura, ayudando a moldear la visión literaria en España durante una época de profundos cambios sociales y culturales», afirmó Montero.

La influencia de Onetti en la literatura contemporánea fue también tema de discusión durante un coloquio posterior, que contó con la participación de Antonio Muñoz Molina. 

Muñoz Molina compartió su experiencia personal releyendo a Onetti, destacando la peculiaridad de su narrativa y la cercanía que establece con el lector, una característica que lo distingue de otros autores.

La viuda del autor, Dolly Onetti, compartió anécdotas personales que ilustraron la vida de un hombre para quien los libros eran su mundo. 

«A Juan le hubiera encantado saber que sus obras y memorias están ahora junto a otros gigantes de la literatura como García Márquez y Mario Benedetti», confesó con emoción.

Este legado no solo enriquece la colección de la Caja de las Letras, sino que también asegura que el legado de Juan Carlos Onetti continúe inspirando a generaciones futuras. Un legado que trasciende fronteras y tiempos, reafirmando su posición como uno de los pilares de la literatura latinoamericana del siglo XX.