Pyeongchang (Corea del Sur) (AFP) – A pesar de que los dirigentes trataron de hacer un balance positivo, los resultados de los deportistas latinoamericanos estuvieron por debajo de lo esperado.

Cuatro deportistas estuvieron en el Top-20 de los Juegos, con las chilenas Stephanie Joffroy (19ª en skicross) y Dominique Ohaco (20ª en slopestyle), y los patinadores de velocidad colombianos Pedro Causil (20º en 500 metros) y Laura Gómez (20ª en Mass-Start).

Pero lo más positivo fue una mayor presencia de países con menos tradición, como Colombia, que solo había tenía una representante de origen suizo-estadounidense en Vancouver-2010 y tuvo cuatro deportistas.

México, que en las últimas ediciones tenía un solo representante, acudió con cuatro en esta ocasión, aunque todos ellos residentes en Estados Unidos y Canadá.

Robbie Franco, de 24 años, de padre mexicano y madre estadounidense, la mejor baza azteca, solo pudo ser 27º en esquí slopestyle.

En el lado positivo están Ecuador, que participaba por primera vez, con Klaus Jungbluth (112º en esquí de fondo) y Bolivia, que logró con el 32º lugar de Simon Breitfuss en el descenso el mejor resultado de la historia de su país. El resto de países no pudo mejorar sus resultados históricos.

– El noveno puesto de Turín-2006 –

El mejor papel de Latinoamérica sigue siendo el noveno puesto logrado por la brasileña Isabel Clark en snowboardcross en Turín-2006, que nadie pudo superar.

Argentina y Chile, los más habituales en la historia del esquí alpino, tampoco superaron sus mejores conquistas.

La delegación argentina, con siete representantes, logró dos puestos 24 como mejor resultado, gracias a Matías Schmitt en slopestyle y Verónica Ravenna en luge, pero no pudo superar el 16º puesto de Osvaldo Ancina en el eslalon de Squaw Valley-1960.

Los dos representantes en esquí alpino no tuvieron suerte.

Nicol Gastaldi concluyó en el puesto 42 en gigante y no terminó en eslalon.

Su hermano Sebastiano Gastaldi no terminó el gigante, donde se lesionó gravemente la rodilla derecha, y tuvo que renunciar al eslalon.

«Creo que la actuación fue digna, los atletas dieron lo mejor de ellos, cada uno dentro de su nivel. Fue una gran tristeza la lesión de Sebastiano y una gran alegría la representación argentina en las distintas disciplinas de snowboard», señaló Magdalena Kast, jefa de misión de Argentina, recordando los puestos 30º puesto de Schmitt en Big Air y Steven Williams en snowboardcross.

Chile, con su 19º puesto de Joffroy en skicross, una disciplina de esquí acrobático, quedó también lejos del undécimo lugar de Thomas Grob en la combinada de Nagano-98.

Bolivia volvía a los Juegos, 26 años después de haber estado por última vez Albertville-92.

Simon Breitfuss, nacido en Austria y nacionalizado boliviano, fue una estrella mediática y la prensa internacional lo persiguió en todas las pruebas de esquí alpino en que participó.

l final, con su 32º puesto en eslalon, supero el 34º puesto logrado por su compatriota Scott Sánchez en el eslalon gigante de Sarajevo-84.

Bolivia acudió con dos representantes gracias al ‘finlandés’ residente en La Paz y casado con una boliviana, Timo Gronlund, que fue 105º en la prueba de 15 km de esquí de fondo.

– Estrellas mediáticas –

La otra estrella mediática latinoamericana fue el mexicano Germán Madrazo, que a sus 43 años había aprendido a esquiar doce meses antes y que tras su 116º y último puesto en 15 km de esquí de fondo, una foto suya entrando en meta se hizo viral y su gesta pasó por todos los medios del mundo.

Pero México, que confiaba en Robbie Franco en esquí slopestyle o en los esquiadores alpinos Sarah Schleper y Rodolfo Dickson, no pudo brillar.

Colombia, además de los patinadores, tuvo a Sebastián Uprimny en los 15 km de esquí de fondo (115º y penúltimo) y Michael Poettoz, un caleño adoptado por una familia francesa, fue 37º en eslalon.

Si se comparan los resultados latinoamericanos de Pyeongchang con los de Sochi de hace cuatro años, han sido peores, ya que en 2014, se lograron un 13º y un 17º puesto en el slopestyle de esquí artístico, con la chilena Dominique Ohaco y la paraguaya Julia Marino, respectivamente, además de un 16º por parte de Stephanie Joffroy en skicross.

Argentina tuvo en Sochi un Top-20, con Macarena Simari en la supercombinada (20ª).

Brasil, que tiene el mejor resultado latinoamericano en los Juegos, con el noveno puesto de Isabel Clark, se tuvo que conformar en Corea con un 23º lugar del bobsleigh a 4 y un 24º de Isadora Williams en patinaje artístico.

Clark, que había sido 14ª en Sochi, se lesionó la víspera y no pudo competir en snowboardcross.

La brasileña, la mejor latinoamericana de la historia, fue un resumen de lo que le ocurrió a la región en Pyeongchang, con un quiero pero no puedo.