El Cairo, 17 jun (EFE).- El aperitivo español por antonomasia, la tapa, aterriza en El Cairo para que los egipcios puedan ir probando este bocado tradicional en conmemoración del Día Mundial de la Tapa, aunque sin elementos pecaminosos para el islam como el cerdo o el alcohol.
Esta es la primera vez que el Día Mundial de la Tapa, que se celebró el día 20, llega a Egipto y para abrir boca el chef segoviano estrella Michelín Rubén Arnanz hizo una demostración cultural.
Flores de melocotón, bombones de helado de queso de oveja y tomate seco y croquetas de chorizo sin chorizo fueron algunas de las diez tapas que Arnanz preparó hasta el día 21 de junio para unos comensales que se asomarán a la gastronomía del aperitivo.
«Hemos hecho un recorrido sobre diez recetas intentando no mezclar culturas», dice el chef a Efe tras la presentación de unas jornadas culinarias que se celebrarán en un lujoso hotel del Cairo junto con la Embajada Española en la capital egipcia.
Estas jornadas pretenden «dar a conocer la cultura española y el estilo español», explica a Efe la consejera de cultura de la Embajada Española de Egipto, Montserrat Momán, que resaltó que las tapas son «patrimonio cultural intangible y uno de los elementos de la identidad española».
Arnanz elaboró estos aperitivos con productos locales y con la ayuda de un equipo de cocineros egipcios para respetar la «diversidad» y el «origen» de sus comensales.
«Todo el mundo quería, por ser emblemática, nuestra croqueta de chorizo. La vamos a hacer con el embutido que ellos tienen aquí», explica, al añadir que las los musulmanes no toman cerdo ni alcoholes y «es importante respetar la cultura».
No es la primera vez que el segoviano pisa la tierra de los faraones, ya que el año pasado participó en un programa para enseñar a manejar el cuchillo y los fogones a alumnos de cocina sin recursos en distintas zonas del sur de Egipto, una experiencia que contrasta con esta celebración.
El menú degustación salía por 650 libras, unos 35 euros.
Conocedor de los alimentos y el producto locales con las que tendrá que apañárselas para crear tapas, Arnanz admite que existen «ciertas similitudes en ingredientes», en España y Egipto por ser países mediterráneos, aunque la diferencia climática «afecta al proceso de maduración».
«No hemos empezado el verano y ya están disfrutando de tomates hipermaduros y de ciruelas y frutas de hueso», dice el director del Villena, su restaurante con estrella Michelin ubicado en el casco antiguo de Segovia.
De Egipto se llevaría la flor de hibisco por sus «posibilidades y versatilidad», pero estos días tiene el reto de conectar a los egipcios con la gastronomía española.
«La tapa que pega más en Egipto es ver a la gente feliz cuando ha terminado de comer. No podría elegir una de entre las diez», concluye.
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