Bruselas (AFP) – Tras un año de sanciones, la Unión Europea (UE) acordó este lunes crear un «grupo de contacto internacional» que facilite un diálogo entre el gobierno y la oposición venezolanos, cuando un Nicolás Maduro cada vez más aislado se acerca a potencias como Rusia.
«La falta de una vía política [en Venezuela] podría ser una situación peligrosa», dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, para quien el objetivo no es iniciar una mediación, sino «crear las condiciones» para un diálogo entre las partes.
La UE, que en los últimos 13 meses impuso sanciones a funcionarios venezolanos y un embargo de armas al gobierno de Maduro, está preocupada por la situación en el país, sobre todo humanitaria, por lo que quiere promover una solución negociada en Venezuela.
El grupo de contacto internacional, cuya creación apoyaron este lunes los cancilleres europeos en una reunión en Bruselas, sería reducido y contaría con países de la UE y de América Latina. «El objetivo es lanzarlo bastante rápido», según una fuente diplomática.
La idea del grupo de contacto «sigue avanzando», celebró al término de la reunión el ministro español de Exteriores, Josep Borrell, anunciando que «participarán algunos países iberoamericanos que ya están identificados» y «varios países europeos».
La UE quiere un grupo equilibrado que pueda hacer presión al gobierno o a la oposición, o a ambos. Uruguay y Ecuador estarían dispuestos a participar, así como casi una decena de países de la UE como España o Francia, dijeron varias fuentes diplomáticas europeas a la AFP.
La tarea se anuncia complicada dado el fracaso de diálogos anteriores entre gobierno y oposición, como el propiciado a principios de 2018 por Santo Domingo, y con «un gobierno que no quiere negociar y una oposición fragmentada», según otra fuente diplomática.
Mogherini defendió el doble enfoque de diálogo y sanciones ya que esto no cambia sus firmes reclamos a Caracas en materia de derechos humanos y democracia. Algunos países como Alemania, Holanda y Reino Unido habían advertido contra convertir este grupo de contacto en un salvavidas para Maduro.
– ‘Nos resbala la UE’ –
Ante el cerco diplomático en América Latina y la dura posición de Estados Unidos, el heredero del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) intenta hacer contrapeso con sus aliados China, Rusia, Corea del Norte y Turquía, con acuerdos especialmente en el ámbito minero.
Las aviaciones de Rusia y Venezuela realizarán maniobras conjuntas para la eventual defensa del país sudamericano, cuyo gobierno denuncia planes de Estados Unidos para agredirlo militarmente, anunció este lunes el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López.
La UE, que acusa a Caracas de menoscabar la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos, intenta mantener abiertos los canales de diálogo con Nicolás Maduro, al que no impuso medidas restrictivas como Estados Unidos, Canadá y Panamá.
Un alto funcionario europeo, que constató que «la situación no mejoró» pese a la imposición de sanciones, estimó que cumplieron su objetivo, ya que «algunos actores venezolanos que se sentían relativamente cómodos con Europa hasta entonces, ya no lo sienten» así.
Las sanciones individuales, consistentes en la congelación de activos y la prohibición de visados en el bloque, ponen «nerviosa a mucha gente», según el analista del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud, para quien «muchos» dirigentes tienen familia y ahorros en la UE.
Sobre un diálogo, «el problema está en que el actual gobierno venezolano, por distintos motivos, se niega a establecer una negociación seria sobre una posible transición o un cambio de modelo, o siquiera sobre la ayuda humanitaria», agregó Malamud a la AFP.
El bloque asignó así en los últimos meses 55 millones de euros (62,8 millones de dólares) para enfrentar la crisis humanitaria, especialmente para los refugiados venezolanos, dentro del país a través de unos «socios» que no precisa y en los países vecinos.
Los cancilleres aprovecharon su última reunión del año para fijar su posición ante la asunción por Maduro el próximo 10 de enero de un segundo mandato presidencial en virtud de unas elecciones que para la UE no fueron ni justas ni libres.
Además de difundir una declaración ese mismo día, los europeos prevén no asistir al acto si se celebra en la Asamblea Constituyente, que no reconocen, o enviar representantes por debajo del rango de embajador si es en un lugar diferente, según una fuente diplomática.
«Nos resbala, no nos importa nada de lo que diga la UE», aseguró el domingo el poderoso dirigente Diosdado Cabello, uno de los 18 funcionarios sancionados por la UE y presidente de la Asamblea Constituyente.
Frente al pedido de Perú al Grupo de Lima, alianza de gobiernos críticos con Caracas, de romper relaciones a partir del 10 de enero, la UE no lo contempla, ya que de «una forma u otra [van] a tener que seguir trabajando» con Caracas, según el alto funcionario europeo.