Como ya es costumbre cada 7 de diciembre en Los Ángeles, la comunidad nicaragüense celebra la tradicional Gritería con altares y cantos en honor a la Inmaculada Concepción de María.
“Es una tradición que, aunque estamos en otro país, no dejamos perder y cuando sabemos que hay un lugar [celebrándolo] tratamos de ir para recordar la niñez y seguir esa tradición”, dijo Zeneida Meneses, durante la celebración de La Gritería en el Consulado General de Nicaragua en Los Ángeles.
Meneses tiene 13 años en Estados Unidos y no ha vuelto a Nicaragua en época navideña. Pero siempre recuerda los altares que colocaban las personas en sus hogares de Managua, la capital del país, y en la comida y golosinas que regalaban a los niños y adultos.
“Salimos en grupo a visitar los altares, a sentir ‘la alegría’ con fervor”, añadió Meneses, quien ha enseñado a sus hijos sobre esta especial celebración nicaragüense.
Meneses fue una de las personas que visitaron el Consulado General de Nicaragua en Los Ángeles para celebrar La Gritería y compartir con otros compatriotas la alegría que les proporciona rendir tributo a la madre de Dios.
“¿Quién causa tanta alegría?”
La Gritería es una fiesta que se celebra en Nicaragua en honor a la Inmaculada Concepción de María a partir del 7 de diciembre, víspera de esa fiesta católica. La gente visita las casas donde se colocan altares en honor a la Virgen María, en donde se congregan los fieles a cantarle y los anfitriones los reciben con comida y bebida.
Además de los cantos, cuando uno de los participantes grita, «¿Quién causa tanta alegría?«, el resto del grupo responde, «¡La Concepción de María!«.
La celebración se originó en la ciudad de León a mediados del siglo 18 y desde allí se extendió al resto del país. Comienza la noche del 7 de diciembre y continúa hasta el día siguiente, con fiestas familiares, en donde se invitan a parientes y amigos para rendirle honores a la Virgen María.
Camilo Astacio, funcionario del Consulado General de Nicaragua en Los Ángeles, destacó que La Gritería se ha arraigado en esta ciudad californiana en donde hay una población de 30 a 40 mil nicaragüenses.
“No solo el consulado lo celebra sino también de 10 a 15 familias celebran La Gritería este 7 de diciembre. Se ha convertido en una tradición”, dijo Astacio, quien organizó la celebración, en donde se repartió comida y regalos a los asistentes, con la colaboración de la Asociación de Instalaciones Médicas de California (CAHF), la Fundación Humanitaria para América Central y otras organizaciones locales.
29 años celebrando La Gritería en Los Ángeles
Uno de esos lugares es la agencia de viajes MTom Tours, ubicada cerca de la intersección de la Calle Temple y la Avenida Virgil, en Los Ángeles. Su dueño, Jorge Obregón, invita a la comunidad a rendir tributo a la Inmaculada Concepción de María desde hace 29 años.
“Es una costumbre, una tradición celebrar a la Virgen María cada año, especialmente en estas fechas”, dijo Obregón, quien era uno de los anfitriones junto con su hija Aida.
Para ambos, es importante que los hijos de nicaragüenses nacidos en Estados Unidos conozcan la costumbres de sus padres.
“Todo viene de lo que los padres transmiten a los hijos y eso ayuda a que los niños nacidos aquí [Estados Unidos] ya traigan la cultura nicaragüense y van a seguir la tradición”, dijo Aída Obregon.
Nostalgia por las tradiciones de la infancia
Los Obregón recibieron a nicaragüenses que venían de todas partes del condado de Los Ángeles y otras áreas. Los invitados le cantaron a la Virgen y luego recibían regalos y comida, siguiendo la costumbre del país.
Una de las que quiere mantener esa tradición es Rosalba González, quien viene desde San Bernardino para recordar su niñez en Nicaragua.
“Venimos a celebrar a la virgencita porque nuestras abuelas en Nicaragua nos enseñaron sobre estas cosas religiosas y siempre lo celebrabamos de niños”, dijo Rosalba González, quien viene desde San Bernardino.
“Ahora que estamos en este país, vengo siempre a celebrar la tradición. ¡Que viva la Virgen!», añadió González emocionada.
Bonita forma de dar a conocer y compartir raices culturales, algo nuevo donde conoci algunas historias nicaraguenses. Interesante pais, me contaban que, es uno de los mas tranquilos en Centro America.
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