Salt Lake City (Utah).- En su tercer encuentro en apenas siete días, el LA Galaxy sufrió una derrota por 2-0 ante el Real Salt Lake (RSL) como visitante en el America First Field.
El partido, correspondiente a la temporada regular de la Major League Soccer (MLS) 2025, reflejó las dificultades del conjunto angelino en una semana marcada por el desgaste físico, las rotaciones obligadas y la necesidad de priorizar partidos claves como el de vuelta frente a Tigres en la Copa de Campeones de la Concacaf.
La caída ante RSL marcó el 61.º enfrentamiento en todas las competiciones entre ambos equipos, con el Galaxy aún liderando la serie histórica con un récord general de 25-21-15.
En liga, el equipo californiano mantiene una ventaja histórica de 21-18-13, mientras que en los Playoffs de la Copa MLS suma un sólido 4-1-2. Sin embargo, en la Copa Abierta de Estados Unidos Lamar Hunt, el dominio ha sido de RSL, con un 2-0-0 favorable.
El encuentro tuvo a Diego Luna como gran protagonista. El mediocampista de RSL marcó los dos goles del partido en un lapso de apenas cinco minutos: al 21’ tras una asistencia de Alexandros Katranis y luego al 26’ aprovechando un balón suelto dentro del área tras un mal despeje.
Con estos goles, RSL capitalizó sus escasas oportunidades, lo que provocó una reflexión autocrítica del entrenador del Galaxy, Greg Vanney.
Vanney, al término del encuentro, reconoció que la carga de partidos, la altitud del estadio y el mal estado del campo influyeron directamente en el rendimiento del equipo.
«No supimos gestionar las sobrecargas en defensa y fuimos impacientes con el balón. Se notó el cansancio y tuvimos que priorizar la gestión física de algunos jugadores», declaró.
El técnico hizo énfasis en el enfoque estratégico del equipo de cara al crucial partido del martes 8 de abril ante Tigres UANL, en el duelo de vuelta de los cuartos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf.
El partido de ida, jugado el 1 de abril, terminó sin goles, en lo que fue el primer enfrentamiento oficial entre ambos clubes. El Galaxy tiene historial competitivo en este torneo, con 47 partidos disputados y un balance de 22-13-12.
Sin embargo, como visitante, el registro es más desafiante: 6-10-6. El club ha alcanzado las semifinales de este certamen en tres ocasiones anteriores (1997, 2000 y 2012-13), lo que añade presión al encuentro venidero en Monterrey.
En este contexto, Vanney explicó que varios jugadores fueron reservados o limitados en minutos para evitar recaídas físicas. John Nelson y Miki Yamane, recién recuperados de lesiones, no están listos para un calendario tan apretado. Joseph Paintsil, por su parte, disputó sus primeros 60 minutos como titular en la MLS esta temporada, mientras que Eriq Zavaleta debutó en 2025 saliendo desde la banca en el segundo tiempo.
Uno de los aspectos positivos fue la presencia de jóvenes talentos provenientes de la academia del club. Harbor Miller, de solo 17 años, completó los 90 minutos, sumando su quinto partido como titular en esta campaña.
Rubén Ramos Jr. también debutó como titular en la liga, convirtiéndose junto a Miller en la primera dupla de académicos titulares en un partido de MLS desde que Jalen Neal y Jonathan Pérez lo hicieran en junio de 2024.
Además, Diego Fagundez alcanzó una cifra histórica al disputar su partido número 399 en temporada regular, situándose en el puesto 15 de todos los tiempos en la liga. Este tipo de hitos personales contrastó con el resultado colectivo, pero muestra la profundidad y experiencia que aún conserva el plantel.
A pesar de la derrota, el Galaxy mantiene la mirada en su calendario inmediato. Con un total de cuatro partidos en solo diez días, la rotación y la estrategia siguen siendo claves para afrontar tanto la MLS como la Concacaf sin comprometer la salud del plantel.
Según Vanney, la prioridad es clara: evitar lesiones, gestionar esfuerzos y enfocarse en los partidos de alto impacto.
El equipo volverá a casa luego del encuentro en Monterrey para cerrar esta exigente racha. Con varios jugadores importantes aún bajo control médico y otros recuperando ritmo de competencia, la temporada se presenta como una prueba tanto física como táctica para el cuerpo técnico.
Con el Galaxy intentando equilibrar rendimiento, salud y resultados en dos competiciones distintas, las próximas semanas serán decisivas para determinar el verdadero potencial de este grupo, que aún busca su mejor versión en 2025.